La Unión Europea (UE) y Ucrania han dado un paso significativo en la búsqueda de justicia por la invasión rusa al firmar la Declaración de Leópolis, que establece la creación de un Tribunal Especial. Este organismo tiene como objetivo juzgar a los líderes rusos, incluido el presidente Vladímir Putin, por el crimen de agresión, un delito que se considera una violación de la Carta de Naciones Unidas. La última vez que se juzgó este tipo de crimen fue en los juicios de Nuremberg, tras la Segunda Guerra Mundial.
La alta representante de política exterior de la UE, Kaja Kallas, junto a varios ministros de Exteriores de países miembros, celebró el Día de Europa en Leópolis, donde rindieron homenaje a los soldados ucranianos caídos en la guerra. Durante este evento, Kallas destacó que el tribunal es un paso decisivo hacia la justicia, afirmando que «cada ápice de la guerra rusa está documentado» y que «no hay margen para la impunidad».
Además de la creación del tribunal, la UE ha comprometido 1.000 millones de euros provenientes de activos rusos congelados para apoyar la industria armamentística de Ucrania. Kallas anunció que estos fondos están destinados a mejorar la capacidad de defensa de Ucrania en su lucha contra la invasión de Moscú. Este apoyo se produce en un contexto donde el Kremlin también celebra el Día de la Victoria, con la presencia de líderes mundiales que apoyan a Putin.
El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, también se dirigió a la delegación internacional, enfatizando la importancia de la rendición de cuentas. Zelenski subrayó que «si una sola guerra termina sin castigo, habrá más» y abogó por juzgar a los rusos de la misma manera que se juzgó a los nazis. Agradeció los esfuerzos políticos para establecer el tribunal y reconoció que aún queda mucho trabajo por hacer.
El tribunal especial está diseñado para procesar a los altos funcionarios rusos por el crimen de agresión, que se refiere al uso de la fuerza armada por un Estado contra otro. Este nuevo organismo trabajará en conjunto con la Corte Penal Internacional (CPI), que ya ha emitido órdenes de detención contra varios dirigentes rusos, incluido Putin, por otros crímenes, pero no tiene jurisdicción para juzgar el delito de agresión.
La creación del tribunal es una de las principales demandas de Zelenski desde el inicio del conflicto y se espera que comience a funcionar a principios de 2026. Sin embargo, existen desafíos legales, ya que el Derecho Internacional otorga inmunidad a los jefes de Estado, lo que significa que Putin no podría ser juzgado mientras siga en el poder. La ubicación del tribunal aún no se ha decidido, aunque se barajan opciones como La Haya o Estrasburgo.
El secretario general del Consejo de Europa, Alain Berset, ha señalado que la justicia necesita recursos y ha hecho un llamado para garantizar la financiación del nuevo tribunal. La fecha clave será el 14 de mayo, cuando se espera que el Comité de Ministros del Consejo de Europa apruebe el inicio del proceso legal para la constitución del tribunal.
La reunión en Leópolis también marcó la primera aparición del nuevo ministro de Asuntos Exteriores de Alemania, Johann Wadephul, quien expresó su apoyo al Gobierno de Zelenski. El primer ministro ucraniano, Denis Shmigal, destacó la importancia de la presencia de socios europeos en este momento crítico para Ucrania.
Zelenski también anunció una cumbre de líderes europeos aliados de Ucrania, programada para el día siguiente, con el objetivo de coordinar y reforzar el apoyo militar y de seguridad al país. Este evento subraya la creciente colaboración entre Ucrania y sus aliados europeos en un contexto de creciente tensión con Rusia.