La ruptura entre Jessica Bueno y Jota Peleteiro ha sido un tema recurrente en los medios de comunicación desde su separación hace dos años. Recientemente, ambos se encontraron en el programa ‘¡De Viernes!’ de Telecinco, donde se produjo un intercambio de acusaciones y defensas que dejó a los espectadores con la boca abierta. La expareja acudió al programa con el objetivo de aclarar su situación y dar su versión de los hechos, pero el ambiente se tornó tenso rápidamente.
Jota Peleteiro, exfutbolista, comenzó la conversación expresando su deseo de que la situación se resolviera de manera civilizada. Sin embargo, sus palabras no fueron bien recibidas por Jessica, quien lo acusó de manipulación y de utilizar a su hijo para limpiar su imagen. La modelo sevillana dejó claro que no estaba dispuesta a permitir que su expareja la utilizara como un peón en su juego mediático. «No utilices a mi hijo para limpiar tu imagen, no lo voy a permitir más», afirmó con firmeza.
Durante la discusión, Peleteiro hizo referencia a las cicatrices que deja una ruptura y a la necesidad de mantener la privacidad en temas que involucran a sus hijos. Sin embargo, Jessica no dudó en contradecirlo, señalando que su expareja había estado alimentando la controversia a través de los medios. «Lo que él cuenta es mentira», aseguró, enfatizando que había estado callada durante mucho tiempo mientras él continuaba haciendo declaraciones perjudiciales.
El intercambio de acusaciones incluyó temas delicados como la manutención de sus hijos y la atención que cada uno de ellos brinda a la familia. Jota mencionó que su situación económica no le permite cumplir con los acuerdos de manutención establecidos, lo que provocó la indignación de Jessica. Ella argumentó que su expareja no estaba cumpliendo con sus responsabilidades y que había transferencias que podían demostrar su versión de los hechos. La tensión aumentó cuando ambos comenzaron a hablar sobre los gastos que cada uno debía asumir, lo que llevó a un debate sobre la veracidad de las cifras presentadas.
La situación económica de Jota Peleteiro también fue un tema central en la discusión. A pesar de que su empresa fue valorada en 25 millones de euros, él afirmó que no tenía la liquidez necesaria para afrontar los pagos acordados. Esto dejó a los colaboradores del programa sorprendidos, ya que la percepción pública era que el exfutbolista gozaba de una situación financiera estable. Jessica, por su parte, defendió su posición, argumentando que los gastos de manutención y educación de sus hijos eran significativos y que ella no podía asumirlos sola.
El programa ‘¡De Viernes!’ se convirtió en un escenario donde ambos expusieron sus puntos de vista, pero también en un campo de batalla donde las emociones se desbordaron. La audiencia pudo ver cómo las viejas rencillas y resentimientos salieron a la luz, lo que generó un ambiente incómodo tanto para los participantes como para los espectadores. La dinámica del programa, que busca resolver conflictos familiares, se vio desbordada por la intensidad de las emociones y las acusaciones mutuas.
A medida que la conversación avanzaba, quedó claro que tanto Jessica como Jota tenían posturas firmes y poco dispuestos a ceder. La discusión no solo se centró en su relación personal, sino que también tocó aspectos de su vida familiar que involucran a sus hijos. La preocupación por el bienestar de los niños se convirtió en un punto de discordia, ya que ambos parecían tener visiones diferentes sobre cómo manejar la situación.
El reencuentro en ‘¡De Viernes!’ no solo fue un intento de aclarar malentendidos, sino que también evidenció la complejidad de las relaciones post-divorcio. La exposición pública de sus conflictos personales ha llevado a muchos a cuestionar si este tipo de programas realmente ayudan a resolver problemas o si, por el contrario, solo agravan las tensiones existentes. La situación de Jessica Bueno y Jota Peleteiro es un recordatorio de que las rupturas no solo afectan a las parejas, sino que también tienen un impacto significativo en la vida de los hijos involucrados.