La empresa china Bytedance, propietaria de la popular aplicación de videos TikTok, ha comunicado recientemente que existen «diferencias en cuestiones clave» en las negociaciones con el Gobierno de Estados Unidos. Este anuncio se produce en un contexto de creciente presión sobre la plataforma para que se desvincule de su matriz china y continúe operando en el país norteamericano.
Bytedance ha utilizado su cuenta oficial en la red social WeChat para informar que las conversaciones con el Gobierno de EE.UU. están en curso, pero aún no se ha llegado a un acuerdo. La empresa destacó que «las dos partes todavía tienen diferencias en muchas cuestiones clave», lo que complica aún más la situación. Además, Bytedance subrayó que, según la ley china, cualquier acuerdo alcanzado debe someterse a los procedimientos de revisión pertinentes, lo que añade una capa de complejidad a las negociaciones.
El presidente de EE.UU., Donald Trump, había otorgado previamente un plazo adicional de 75 días a TikTok para que llegara a un acuerdo con empresas estadounidenses que le permitieran desvincularse de Bytedance y seguir funcionando en el país. En un mensaje publicado en su red social, Trump afirmó que su administración ha trabajado arduamente para alcanzar un acuerdo que permita «salvar TikTok», y que se han logrado avances significativos, aunque aún queda trabajo por hacer para asegurar que se firmen todas las aprobaciones necesarias.
La presión sobre TikTok se intensificó después de que el anterior Congreso, bajo la presidencia de Joe Biden, aprobara una ley que obligaba a la aplicación a encontrar un inversor de un país que no fuera considerado un «adversario» antes del 20 de enero. Sin embargo, al no llegar a un acuerdo, la aplicación dejó de funcionar temporalmente en EE.UU. hasta que Trump firmó una orden ejecutiva que otorgaba una prórroga de 75 días, la cual ahora ha sido ampliada.
Trump ha mencionado que TikTok tiene «múltiples» inversores interesados en adquirir la aplicación, aunque no ha revelado nombres específicos. Según informes de medios estadounidenses, las empresas que lideran la carrera por hacerse con TikTok incluyen a Amazon, Oracle y el fundador de OnlyFans. Además, Trump ha insinuado que podría utilizar la situación de TikTok como parte de las negociaciones comerciales con China, especialmente después de anunciar aranceles del 34% sobre productos chinos, que se suman al 20% ya vigente, elevando el total a un 54%.
El presidente ha indicado que estaría dispuesto a ofrecer a China un alivio en los aranceles, siempre y cuando Pekín apruebe el acuerdo que se está gestando para desvincular a Bytedance de TikTok en territorio estadounidense. Sin embargo, cualquier operación de venta de las operaciones de TikTok en EE.UU. deberá contar con la aprobación de Pekín, ya que el Gobierno chino posee una «acción de oro» en Bytedance, lo que le otorga derecho a veto sobre decisiones estratégicas y operativas de la compañía.
TikTok ha defendido que esta situación solo afecta a Bytedance en China y no a sus operaciones en el extranjero. Sin embargo, la normativa de control de exportaciones de Pekín prohíbe a las empresas chinas vender sus algoritmos de software, lo que significa que cualquier posible venta de TikTok requeriría la aprobación explícita de las autoridades chinas. Esta compleja red de regulaciones y negociaciones ha llevado a un estancamiento en el proceso, dejando a TikTok en una situación incierta mientras busca asegurar su futuro en el mercado estadounidense.
A medida que las negociaciones continúan, el futuro de TikTok en EE.UU. sigue siendo incierto, y tanto Bytedance como el Gobierno estadounidense deben encontrar un terreno común que permita a la aplicación seguir operando sin comprometer la seguridad nacional ni las relaciones comerciales entre ambos países.