La noche del 30 de abril de 2025, Sevilla fue escenario de un violento enfrentamiento entre los ultras del Real Betis Balompié y los de la ACF Fiorentina en la Alameda de Hércules. Este altercado se produjo en un ambiente tenso, justo antes de las semifinales de la Conference League que se llevarían a cabo en el estadio Benito Villamarín. Los incidentes comenzaron alrededor de las 23:15 horas, cuando un grupo de aproximadamente 150 aficionados italianos se unió a los seguidores del Betis en la zona, lo que rápidamente escaló en violencia.
Los testigos informaron que el ambiente se tornó caótico, con objetos como sillas y botellas siendo arrojados entre los grupos de aficionados. Además, se utilizaron bengalas y otros artefactos pirotécnicos, lo que generó una atmósfera de peligro y descontrol. La Policía Nacional, que ya había desplegado un dispositivo de seguridad en la zona, actuó rápidamente para contener la situación. A pesar de la gravedad de los hechos, no se reportaron heridos ni detenidos en el momento del altercado.
### Respuesta policial y control de la situación
La intervención de las fuerzas del orden fue crucial para evitar que la situación se saliera de control. Según informes, la Policía había estado monitorizando a los ultras del Betis antes del incidente y, tras detectar la llegada del grupo de seguidores italianos, se prepararon para actuar. Cuando comenzaron los lanzamientos de objetos, la Policía intervino de inmediato, dispersando a los aficionados locales y conduciendo a los italianos hacia la calle Calatrava, donde fueron agrupados y escoltados a sus respectivos hoteles.
Durante la intervención, se identificaron a varios líderes de la afición italiana y se les incautaron objetos peligrosos, como bates de béisbol y pasamontañas. La Policía también confiscó tubos de plástico que estaban camuflados como banderas, lo que sugiere que los ultras estaban preparados para un enfrentamiento más violento. A pesar de la tensión, la rápida respuesta policial logró evitar un contacto físico directo entre los grupos, lo que pudo haber resultado en lesiones graves.
Las autoridades confirmaron que, aunque se produjeron altercados, no se registraron delitos que justificaran detenciones en el momento. Sin embargo, se están revisando las grabaciones de video de la noche para determinar si se cometieron infracciones que pudieran llevar a acciones legales posteriores. La Policía Nacional ha enfatizado la importancia de mantener la seguridad durante eventos deportivos de gran magnitud, especialmente cuando se espera la llegada de aficionados de otros países.
### Contexto de la rivalidad entre aficiones
La rivalidad entre los ultras del Real Betis y la Fiorentina no es nueva. Ambos grupos han tenido antecedentes de enfrentamientos en el pasado, lo que añade un nivel de tensión a cualquier encuentro entre los dos equipos. La afición del Betis, conocida por su fervor y pasión, se ha enfrentado en varias ocasiones a grupos de otras ciudades y países, y la llegada de los ultras italianos a Sevilla no fue la excepción.
El partido de semifinales de la Conference League no solo representa una oportunidad para que el Betis avance en el torneo, sino que también es un punto de encuentro para las culturas futbolísticas de diferentes países. Sin embargo, esta mezcla de pasiones a menudo puede resultar en situaciones de violencia, como se evidenció en la Alameda. La Policía y las autoridades locales están trabajando para garantizar que los eventos deportivos se desarrollen de manera segura y pacífica, pero la naturaleza impredecible de los ultras presenta un desafío constante.
La situación en la Alameda de Hércules es un recordatorio de que, aunque el fútbol puede unir a las personas, también puede ser un catalizador para la violencia y el conflicto. Las autoridades están comprometidas a prevenir futuros incidentes y a asegurar que los aficionados puedan disfrutar del deporte sin temor a la violencia. La colaboración entre la Policía y los organizadores de eventos deportivos será clave para lograr este objetivo en el futuro.