La jueza María Eulalia Chanfreut, encargada de investigar el trágico caso de Barbate, ha denunciado la vandalización de su vehículo, un acto que ha generado preocupación en el ámbito judicial. El incidente ocurrió el 8 de marzo, cuando Chanfreut encontró su coche con las cuatro ruedas pinchadas, rociado con pintura y sin el logo de la marca. Este ataque se produce en un contexto de creciente violencia y amenazas hacia los miembros de la judicatura, especialmente aquellos que manejan casos relacionados con el narcotráfico.
La jueza, que trabaja en los Juzgados de Primera Instancia e Instrucción de Barbate, ha presentado su denuncia ante la Guardia Civil, acompañada de fotografías que evidencian los daños. Hasta el momento, los responsables de este acto de vandalismo no han sido identificados. Sergio Oliva Parrilla, portavoz de la Asociación Judicial Francisco de Vitoria (AJFV), ha expresado su preocupación por la inseguridad que enfrentan los jueces en el ejercicio de sus funciones, subrayando la necesidad de contar con garantías personales y materiales que los protejan.
El caso que Chanfreut investiga involucra la muerte de dos guardias civiles, quienes perdieron la vida tras ser embestidos por una lancha de narcotraficantes durante una operación de control en el puerto de Barbate. Este trágico suceso, ocurrido el 6 de febrero de 2024, ha puesto de manifiesto los peligros que enfrentan las fuerzas de seguridad en su lucha contra el narcotráfico. Los agentes estaban realizando un control rutinario cuando fueron atropellados por una embarcación que intentaba escapar a gran velocidad. Los responsables de este acto, que pertenecen a una red de narcotráfico activa en la región, están siendo investigados, y se han emitido órdenes de detención para los implicados.
Los relatos de los agentes supervivientes describen un escenario caótico, donde se sintieron acorralados y en peligro inminente. En un informe de la Guardia Civil, se detalla que la embarcación de los agentes fue objeto de múltiples embestidas en un corto período de tiempo, lo que resalta la gravedad de la situación. La muerte de los guardias, Miguel Ángel González y David Pérez Carracedo, ha conmocionado a la comunidad y ha puesto en el centro del debate la seguridad de quienes trabajan en la justicia y la seguridad pública.
La AJFV ha solicitado que la Audiencia Nacional asuma la competencia sobre delitos relacionados con el narcotráfico, argumentando que esto podría prevenir intentos de influir en los miembros de la judicatura durante las investigaciones y juicios. Esta propuesta busca establecer un marco más seguro para el manejo de casos que involucran el narcotráfico, un fenómeno que ha crecido en las últimas décadas y que representa un desafío significativo para las autoridades.
La situación de la jueza Chanfreut es un reflejo de un problema más amplio que enfrenta el sistema judicial en España. La violencia y las amenazas contra los jueces no son un fenómeno aislado, sino que forman parte de un patrón preocupante que ha ido en aumento. La falta de protección adecuada para los miembros de la judicatura puede tener consecuencias graves, no solo para los jueces, sino también para la integridad del sistema judicial en su conjunto.
El vandalismo del vehículo de Chanfreut es un recordatorio de que la lucha contra el narcotráfico y la delincuencia organizada no solo se libra en las calles, sino también en los tribunales. La presión sobre los jueces y la necesidad de garantizar su seguridad son cuestiones que deben ser abordadas con urgencia. La sociedad debe reflexionar sobre el papel de la justicia y la importancia de proteger a quienes se dedican a mantener el orden y la legalidad en un contexto cada vez más violento y desafiante.