El Ministerio de Trabajo de España ha lanzado un ambicioso plan estatal destinado a mejorar el acceso al empleo de la población gitana, un colectivo que enfrenta una alarmante tasa de desempleo del 52%. Este plan, que se implementará entre 2025 y 2028, busca llegar a 107,000 personas gitanas en situación de desempleo y a 7,200 que no estudian ni trabajan. La iniciativa se enmarca en un contexto de discriminación histórica y antigitanismo, donde la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha enfatizado la necesidad de derribar los muros que impiden el acceso a oportunidades laborales.
### Contexto de Desigualdad y Desempleo
La población gitana en España ha enfrentado siglos de marginación y exclusión, lo que se traduce en cifras alarmantes de desempleo y pobreza. Según datos recientes, el 60% de las mujeres gitanas están desempleadas, y casi el 90% de los niños gitanos vive en condiciones de pobreza. Estos datos no solo reflejan la situación crítica de este colectivo, sino que también evidencian la falta de políticas efectivas que aborden sus necesidades específicas. La ministra Díaz ha señalado que solo el 29% de los gitanos con derecho recibe el ingreso mínimo vital, lo que pone de manifiesto la ineficacia de las políticas públicas actuales para llegar a esta comunidad.
El nuevo plan estatal se presenta como una respuesta integral a esta problemática, con un enfoque en la inclusión y la equidad. La estrategia se ha desarrollado en colaboración con el Consejo Estatal del Pueblo Gitano y organizaciones como la Fundación Secretariado Gitano (FSG), que han aplaudido la iniciativa como un modelo a seguir para otras políticas públicas en Europa.
### Estrategias y Medidas del Plan
El plan estatal de empleo para la población gitana incluye una serie de medidas diseñadas para mejorar la empleabilidad de este colectivo, con especial atención a jóvenes y mujeres. Una de las estrategias clave es la formación de mediadores gitanos, quienes actuarán como puentes entre los servicios públicos de empleo y la comunidad gitana. Estos mediadores son fundamentales para identificar las barreras específicas que enfrenta la población gitana y para ofrecer soluciones adaptadas a sus necesidades.
Además, el plan contempla la creación de itinerarios personalizados para los demandantes de empleo, lo que permitirá un acompañamiento más cercano y efectivo en su búsqueda laboral. La formación en alternancia con el empleo también será una prioridad, así como el compromiso de las empresas para contratar a personas gitanas en situación de exclusión social.
El apoyo al emprendimiento es otro aspecto destacado del plan, especialmente en el ámbito de la venta ambulante, que ha sido una fuente de ingresos tradicional para muchos gitanos. La modernización de este sector y el fomento de nuevas iniciativas empresariales son esenciales para ofrecer alternativas viables de empleo.
Por último, el plan incluye acciones específicas contra la discriminación y el antigitanismo en el ámbito laboral, a través de campañas de sensibilización y la intervención de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social. La ministra Díaz ha subrayado que el empleo es clave para romper el ciclo de pobreza y exclusión que afecta a la población gitana, y que estas medidas son un paso crucial hacia la igualdad de oportunidades.
El lanzamiento de este plan estatal representa un avance significativo en la lucha contra la desigualdad y la exclusión social en España. A través de un enfoque integral y colaborativo, se espera que se logren cambios reales en la vida de miles de personas gitanas, permitiéndoles acceder a un futuro más prometedor y lleno de oportunidades.