Un devastador incendio ha arrasado un restaurante en Liaoyang, en la provincia de Liaoning, al noroeste de China, dejando al menos 22 muertos y tres heridos. El siniestro se desató a las 12:25 hora local, cuando el establecimiento, de dos plantas, estaba en pleno servicio, lo que convirtió la situación en una trampa mortal para muchos de los comensales presentes. Las llamas, acompañadas de una densa humareda negra, fueron captadas en videos que circulan en redes sociales, mostrando el horror del momento mientras el fuego consumía la fachada del edificio.
Las autoridades locales confirmaron la cifra de víctimas fatales poco después de que el fuego fuera controlado. Afortunadamente, el incendio no se extendió a los edificios aledaños, lo que pudo haber agravado aún más la tragedia. Los heridos fueron trasladados a centros médicos cercanos para recibir atención.
El presidente de China, Xi Jinping, expresó su profunda preocupación por el incidente y ha instado a las autoridades a tomar medidas inmediatas para atender a los heridos y gestionar las consecuencias del siniestro. En declaraciones a la cadena estatal CCTV, el mandatario prometió que se brindarían ayudas a las familias afectadas una vez se esclarezcan las causas del incendio y aseguró que los responsables serán llevados ante la justicia. Además, hizo un llamado a la población para que extremen las precauciones ante el aumento de actividades debido al próximo festivo del Primero de Mayo.
Los incendios en China son un problema recurrente, a menudo atribuible a la falta de medidas de seguridad adecuadas. Factores como la falta de formación del personal, la presión de los superiores, infraestructuras mal mantenidas, almacenamiento ilegal de productos químicos y la ausencia de salidas de emergencia y extintores son comunes en estos trágicos eventos. La corrupción también juega un papel en la falta de cumplimiento de las normativas de seguridad.
En lo que va del año, se han registrado 58 muertes en incendios similares, sumando las 22 víctimas del incendio en Liaoyang. Este trágico suceso se suma a otros incidentes recientes, como el incendio en un local comercial en Kunming que dejó ocho muertos y otro en un centro de día en Hebei que cobró la vida de 20 personas. En enero, un incendio en un mercado de abastos en Zhangjiakou resultó en ocho muertes. Estos eventos han generado un creciente debate sobre la efectividad de los protocolos de seguridad en edificios comerciales y residenciales en China.
La situación ha llevado a la ciudadanía a cuestionar si las medidas actuales son suficientes para prevenir tales tragedias. La presión por mejorar las condiciones de seguridad es cada vez más urgente, especialmente en un país donde la actividad comercial y la afluencia de personas en espacios públicos son constantes. La falta de acción podría resultar en más tragedias, lo que ha llevado a un llamado generalizado para que se implementen reformas significativas en la regulación de la seguridad en edificios.
El incendio en Liaoyang es un recordatorio sombrío de los riesgos asociados con la falta de atención a las normativas de seguridad y la necesidad de una respuesta más efectiva por parte de las autoridades. A medida que se investiga el incidente, la esperanza es que se tomen medidas concretas para evitar que situaciones similares se repitan en el futuro.