Un trágico suceso ha sacudido la localidad de Getafe, donde una mujer de 62 años ha sido apuñalada mortalmente por su pareja en su hogar. El incidente ocurrió en la mañana del 24 de junio de 2025, cuando los vecinos del bloque residencial escucharon un desgarrador grito de auxilio que rompió la calma habitual del lugar. La víctima, identificada como Marisa, intentaba escapar de su agresor, Floren, de 61 años, quien la atacó con un cuchillo en un acto de violencia machista.
La Policía Nacional recibió múltiples llamadas de los residentes alertando sobre la situación. Al llegar al lugar, los agentes encontraron a Marisa en el suelo con tres puñaladas en el pecho, mientras que su pareja mostraba una actitud agresiva y trataba de autolesionarse. Para controlar la situación, los policías utilizaron un taser, logrando así reducir al agresor, quien fue trasladado a un hospital para recibir atención médica por las lesiones que sufrió durante el incidente.
Este caso ha sido catalogado como un nuevo episodio de violencia de género, sumando a Marisa a la lista de víctimas en lo que va del año. La alcaldesa de Getafe, Sara Hernández, expresó su profundo pesar a través de las redes sociales, enfatizando la necesidad de luchar contra la violencia machista y promover una sociedad más igualitaria. En respuesta a este trágico evento, el Ayuntamiento ha convocado una concentración para manifestar el rechazo a la violencia de género, programada para las 12:00 horas en un lugar emblemático de la ciudad.
La violencia de género es un problema que afecta a muchas mujeres en España y que, a pesar de los esfuerzos realizados para erradicarla, sigue siendo una realidad alarmante. En este contexto, el teléfono 016 se ha convertido en un recurso vital para las víctimas, ofreciendo atención las 24 horas del día. Este servicio proporciona apoyo en múltiples idiomas y garantiza la confidencialidad de las llamadas, lo que es fundamental para aquellas que se encuentran en situaciones de riesgo.
La comunidad de Getafe ha reaccionado con consternación ante este suceso. Los vecinos, que apenas conocían a la pareja, han manifestado su sorpresa, ya que describían a Marisa y Floren como personas tranquilas que no habían tenido problemas previos. Sin embargo, algunos han señalado que el agresor podría haber estado lidiando con problemas de salud mental, lo que podría haber contribuido a su comportamiento violento.
La llegada de los familiares de la víctima al lugar del crimen intensificó la tragedia. La hija de Marisa, al enterarse de la noticia, llegó corriendo al edificio, gritando desesperadamente por su madre. Este desgarrador momento ha dejado una huella profunda en la comunidad, que se ha unido en un sentimiento de duelo y solidaridad hacia la familia afectada.
La violencia de género no solo afecta a las víctimas directas, sino que también tiene un impacto significativo en las comunidades y en la sociedad en su conjunto. Cada caso de violencia machista es un recordatorio de la urgente necesidad de abordar este problema desde múltiples frentes, incluyendo la educación, la concienciación y la intervención temprana.
En este sentido, es fundamental que las instituciones y la sociedad civil trabajen de la mano para crear un entorno seguro para todas las mujeres. La prevención de la violencia de género debe ser una prioridad en las agendas políticas y sociales, y es esencial que se implementen políticas efectivas que protejan a las víctimas y promuevan la igualdad de género.
El caso de Marisa es un trágico recordatorio de que la violencia machista sigue siendo un problema grave en nuestra sociedad. La lucha contra esta lacra social requiere un compromiso colectivo y una acción decidida para garantizar que ninguna mujer tenga que vivir con miedo en su propio hogar. La comunidad de Getafe, al igual que muchas otras, debe unirse para exigir cambios y trabajar hacia un futuro donde la violencia de género sea erradicada de una vez por todas.