El envejecimiento de la población es un fenómeno que afecta a muchos países, pero en España, la situación es particularmente crítica. La generosidad del sistema de pensiones, que ofrece una tasa de reemplazo más alta que la media europea, junto con la jubilación de la generación del baby boom, está creando un escenario complicado para las finanzas públicas. Según un estudio reciente de CaixaBank Research, se prevé que el gasto en pensiones aumente significativamente en las próximas décadas, lo que plantea la necesidad de implementar políticas efectivas para mitigar este impacto.
### La Presión Demográfica sobre el Gasto Público
La demografía está ejerciendo una presión creciente sobre el gasto público, especialmente en lo que respecta a las pensiones. En España, se estima que el gasto público relacionado con el envejecimiento aumentará más de cinco puntos del PIB entre 2022 y 2050. De este incremento, 3,4 puntos se atribuyen a las pensiones, mientras que solo 1,1 puntos provendrán de las cotizaciones. Esto deja un déficit de 2,3 puntos del PIB que debe ser abordado.
Una de las principales recomendaciones del informe de CaixaBank Research es aumentar la tasa de empleo entre los trabajadores de mayor edad. Actualmente, la tasa de empleo de las personas de entre 55 y 74 años en España es del 54%. El objetivo es que esta cifra alcance el 70% para 2050. Este aumento en la participación laboral podría reducir el gasto en pensiones en 1,4 puntos del PIB. Para lograrlo, se sugiere implementar incentivos que fomenten la prolongación de la vida laboral, como la posibilidad de compaginar trabajo y pensión. Sin embargo, alcanzar este objetivo es un desafío considerable.
El informe también menciona que, si España pudiera igualar la tasa de empleo proyectada para Alemania en este grupo de edad, que es del 65%, el ahorro en pensiones podría ser aún mayor, alcanzando 0,7 puntos del PIB. Esto subraya la importancia de aprender de las políticas laborales de otros países y adaptar las estrategias a la realidad española.
### Estrategias para Prolongar la Vida Laboral
Además de aumentar la tasa de empleo, otra estrategia clave es retrasar la edad de jubilación. Actualmente, la edad legal de jubilación en España es de 66,2 años, y se prevé que esta cifra aumente a 68,2 años para 2050 si se vincula a la longevidad. Este cambio podría resultar en una reducción de 0,5 puntos del PIB en el gasto en pensiones. Sin embargo, esta reforma requeriría un amplio consenso político, lo que podría complicar su implementación.
La productividad también juega un papel crucial en la sostenibilidad del sistema de pensiones. La aplicación de tecnologías como la inteligencia artificial (IA) podría contribuir a un aumento de la productividad, lo que a su vez podría reducir el gasto en pensiones en un punto del PIB. Sin embargo, el impacto real de la IA en la economía sigue siendo incierto, lo que plantea un desafío adicional para los responsables de la formulación de políticas.
Finalmente, la inmigración se presenta como otra palanca para mitigar el impacto del envejecimiento. Se estima que un flujo neto de 385.000 inmigrantes al año entre 2024 y 2050 podría reducir el gasto en pensiones en 0,3 puntos del PIB. Sin embargo, este objetivo supera las proyecciones actuales de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef), que estima un flujo de 275.000 inmigrantes anuales. La combinación de estas tres estrategias —aumento de la tasa de empleo, retraso de la edad de jubilación y fomento de la inmigración— es esencial para abordar el desafío del envejecimiento poblacional.
La situación demográfica en España es compleja y requiere un enfoque multifacético. La combinación de políticas que fomenten la participación laboral de los mayores, la mejora de la productividad y la inmigración puede ayudar a crear un sistema de pensiones más sostenible. Sin embargo, es fundamental que estas políticas se implementen de manera coordinada y con un enfoque a largo plazo para garantizar la estabilidad económica y social del país en las próximas décadas.