La reforma de pensiones en España está tomando un rumbo significativo, especialmente en lo que respecta a los mutualistas, un colectivo que ha estado en el centro del debate legislativo. La ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, Elma Saiz, ha propuesto una serie de cambios que buscan mejorar las condiciones de jubilación para aquellos que cotizan a través de colegios profesionales, como abogados y médicos.
Uno de los aspectos más destacados de esta reforma es la creación de una pasarela que permitirá a los mutualistas transferir sus fondos acumulados en el sistema de capitalización a la Seguridad Social. Este cambio es crucial, ya que muchos de estos profesionales se encuentran con pensiones muy bajas al momento de su jubilación, a menudo por debajo de los 800 euros mensuales que ofrece la Seguridad Social.
La propuesta del PSOE, que ha sido discutida en la Comisión de Trabajo y Seguridad Social, busca dar una opción a los autónomos que solo cotizan a la mutualidad para que puedan acceder a la pensión del sistema público. Esto implicaría que, a cambio de sus fondos acumulados, los mutualistas podrían obtener años de cotización en el Régimen de Autónomos (RETA), lo que les permitiría beneficiarse de una pensión más digna.
Sin embargo, la reforma no está exenta de controversia. Uno de los puntos más debatidos es el coeficiente de conversión que se aplicará a los fondos acumulados. La propuesta actual establece un coeficiente general del 0,77, aunque no podrá ser inferior al 0,67 ni superior al 0,87. Esto significa que los mutualistas recibirían años de cotización equivalentes a un porcentaje de sus fondos, lo que podría afectar significativamente su pensión futura.
Además, la reforma contempla la eliminación de la posibilidad de que los mutualistas sigan cotizando a sus colegios profesionales a partir de 2027, lo que ha generado resistencia entre algunos grupos parlamentarios, como Junts, que abogan por mantener la opción de cotización alternativa. Este cambio obligaría a todos los autónomos a cotizar al RETA, lo que podría resultar en un aumento de sus cuotas mensuales.
Otro aspecto importante en discusión es el mantenimiento de los fondos en las mutualidades. La propuesta sugiere que, a pesar de que los trabajadores transfieran sus capitales al sistema público, estos fondos permanecerían en la mutualidad hasta que el trabajador se jubile. Esto permitiría que los mutualistas mantengan una reserva de fondos, lo que podría ser beneficioso en caso de que necesiten acceder a ellos antes de su jubilación.
La situación actual de las mutualidades es compleja. Estas entidades gestionan cerca de 53.000 millones de euros y han sido una alternativa al sistema público, que enfrenta tensiones financieras debido a la incapacidad de cubrir las prestaciones contributivas solo con las cotizaciones sociales. La reforma busca equilibrar la necesidad de un sistema de pensiones sostenible con la protección de los derechos de los profesionales que han optado por un modelo de previsión complementaria.
En el contexto de esta reforma, la Seguridad Social ha manifestado su compromiso de encontrar una solución que beneficie a los mutualistas, pero también ha dejado claro que es necesario un cambio en el sistema de cotización. La propuesta está en fase de negociación, y se espera que los grupos parlamentarios continúen trabajando en enmiendas que ajusten los términos de la reforma.
La clave de esta reforma radica en encontrar un equilibrio entre las necesidades de los profesionales y la sostenibilidad del sistema de pensiones. A medida que avanza el debate, será fundamental que todos los actores involucrados lleguen a un consenso que permita mejorar las condiciones de jubilación de los mutualistas sin comprometer la viabilidad del sistema público de pensiones.