La reciente publicación de «Dos mil días en el Gobierno» marca un hito en la narrativa política española, ofreciendo una mirada profunda a la experiencia de Nadia Calviño como vicepresidenta primera y ministra de Economía. En este libro, Calviño no solo repasa su trayectoria, sino que también reflexiona sobre los desafíos y logros que ha enfrentado durante su tiempo en el gobierno. Su enfoque en la «buena política» y el compromiso con el servicio público son temas recurrentes que resuenan a lo largo de sus páginas.
La llegada al Gobierno
El 2 de junio de 2018, Nadia Calviño recibió una llamada que cambiaría su vida. El presidente del Gobierno le ofreció el cargo de ministra de Economía, una propuesta que la sorprendió profundamente. En sus propias palabras, su familia quedó en estado de shock ante la noticia. Este cambio no solo implicaba un giro profesional significativo, sino también un impacto personal considerable, ya que tuvo que trasladarse de Bruselas a Madrid en un corto período de tiempo, llevando consigo solo una maleta de mano.
Calviño reflexionó sobre las implicaciones de asumir un rol tan visible en la política. Aunque se sentía cómoda con los aspectos técnicos del trabajo, la dimensión pública y política del cargo era un desafío completamente nuevo. La transición de una figura influyente en un segundo plano a una líder en la primera línea de la política requería un ajuste considerable en su forma de comunicarse y de interactuar con el público.
Desarrollo de habilidades comunicativas
Uno de los aspectos más destacados de su adaptación fue el desarrollo de su capacidad de comunicación. Calviño se dio cuenta de que, para ser efectiva en su nuevo rol, necesitaba sintetizar cuestiones complejas en mensajes claros y concisos. Este enfoque no solo le permitió conectar con los ciudadanos, sino que también le ayudó a evitar entrar en controversias y conflictos que a menudo caracterizan la política contemporánea. Para ella, los ataques personales son incompatibles con la buena política, y ha hecho un esfuerzo consciente por mantener su enfoque en las políticas públicas en lugar de en disputas personales.
Un balance de los 2000 días
A lo largo de su tiempo en el gobierno, Calviño ha enfrentado crisis sin precedentes, desde la inestabilidad económica hasta la pandemia de COVID-19. En su libro, ofrece un balance de estos 2000 días, destacando que, a pesar de los momentos difíciles, su evaluación es netamente positiva. Calviño argumenta que las políticas implementadas han demostrado que enfoques diferentes pueden llevar a resultados distintos, y reivindica la importancia de la buena política y el compromiso con el servicio público.
Uno de los temas más controvertidos que aborda es la infravaloración del crecimiento del PIB por parte del Instituto Nacional de Estadística (INE) en 2021 y 2022. A pesar de que nunca se aclararon las causas de esta infravaloración, Calviño y su equipo en el Ministerio de Economía estaban convencidos de que los indicadores económicos mostraban una recuperación sólida, a pesar de que el PIB no lo reflejaba. La posterior revisión de los datos en 2024, que reveló una corrección significativa en la estimación del PIB, subraya la importancia de contar con datos precisos para la toma de decisiones económicas.
Riesgos de políticas equivocadas
La ministra también reflexiona sobre los riesgos que podrían haber surgido de estas infravaloraciones. Si no se hubieran corregido, podrían haber llevado a la adopción de políticas equivocadas que habrían recalentado la economía y aumentado la inflación. Este tipo de decisiones erróneas podrían haber tenido repercusiones negativas en la inversión y en el clima empresarial del país.
El papel del Ministerio de Economía
En el contexto del gobierno de coalición, Calviño ha sido vista como un frente de resistencia ante las ideas más radicales de sus socios minoritarios. Ella misma reconoce que ha habido una divergencia entre la realidad del trabajo diario en el gobierno y la percepción que se tiene en los medios de comunicación. A pesar de las controversias que a menudo se generan, Calviño sostiene que la política económica del gobierno ha seguido líneas claras y coherentes, sin dejarse influir por las disputas artificiales que a veces dominan el debate público.
La reforma laboral y su impacto
Uno de los hitos más significativos de su gestión ha sido la reforma laboral. Calviño explica en su libro cómo el Ministerio de Economía desempeñó un papel crucial en la concepción y desarrollo de esta reforma. La clave del éxito, según ella, radica en el diálogo constructivo y en lograr el consenso entre los diferentes actores involucrados, incluidos los sindicatos y los empresarios. Este enfoque tripartito fue fundamental para alcanzar un acuerdo que beneficiara a todas las partes y que, a su vez, contara con el respaldo de las instituciones europeas.
La ausencia de nombres en el libro
Un aspecto que ha generado debate es la decisión de Calviño de no mencionar a su colega Yolanda Díaz en su libro. Al respecto, Calviño argumenta que su enfoque ha sido evitar alimentar controversias y mantener la atención en las políticas públicas. Para ella, el objetivo principal es resaltar los logros y los momentos clave de la agenda que han desarrollado desde 2018, en lugar de centrarse en conflictos personales que podrían desviar la atención de los temas más importantes.
La narrativa de Calviño en «Dos mil días en el Gobierno» no solo ofrece una visión personal de su experiencia, sino que también plantea preguntas sobre la naturaleza de la política en España y el papel de los líderes en tiempos de crisis. Su compromiso con la buena política y su enfoque en el servicio público son elementos que, sin duda, resonarán en el debate político en los años venideros. La publicación de este libro no solo marca un capítulo en la vida de Calviño, sino que también invita a la reflexión sobre el futuro de la política en el país.
