La búsqueda de María Trinidad Suardíaz Suero y su hija, desaparecidas en 1987, ha cobrado un nuevo impulso en la balsa minera de Berbes, en Ribadesella. Recientemente, la jueza Ana López Pandiella, del Juzgado de Instrucción número 4 de Gijón, ha solicitado la colaboración del Estado para continuar con las investigaciones. Esta decisión se basa en la localización de vehículos que pertenecían a Antonio María Da Silva, el esposo de Mari Trini, quien es el principal sospechoso en este caso de desaparición.
Los coches, un Volkswagen y un Peugeot 304 blanco, fueron arrojados a la balsa por Da Silva en los años 80. La magistrada ha ordenado que se dispongan los medios necesarios para realizar una búsqueda exhaustiva en la balsa, con el objetivo de encontrar posibles restos humanos o cualquier otra evidencia que pueda esclarecer el paradero de las desaparecidas. Esta nueva fase de la investigación se produce tras la reactivación de las Diligencias Previas 1344/02, que habían sido cerradas anteriormente, pero que ahora se han reabierto debido a la aparición de nuevas pruebas.
### Contexto de la Desaparición
Mari Trini y su bebé de 13 meses desaparecieron en un contexto de violencia y tensión familiar. Según los informes, el 15 de octubre de 1987, la pareja se presentó en la Audiencia de León para un juicio relacionado con delitos de detención ilegal y amenazas que Antonio había cometido contra Mari Trini. Sin embargo, ambos no se presentaron al juicio, lo que llevó a la detención de Antonio, quien no fue localizado hasta 1989. Esta falta de seguimiento judicial y la desaparición de la madre y la hija han generado un vacío en la investigación durante décadas.
La última residencia conocida de Mari Trini fue en una institución religiosa en Gijón, donde se encontraba bajo protección. Sin embargo, abandonó el lugar entre el 26 de junio y el 15 de julio de 1987, sin dejar rastro. La jueza ha señalado que, dada la situación de vulnerabilidad de ambas, es poco probable que hayan sobrevivido sin la asistencia de servicios sociales, lo que aumenta la urgencia de la búsqueda.
Los vecinos de la localidad han aportado información valiosa sobre Antonio, quien realizaba frecuentes obras en su casa, especialmente en el sótano, donde se sospecha que pudo haber ocultado algo. La vivienda fue demolida en 1999, pero las investigaciones han continuado en la zona, donde se han realizado excavaciones en busca de pruebas.
### Nuevas Investigaciones y Colaboración Institucional
La reciente localización de los vehículos en la balsa de Berbes ha reavivado la esperanza de encontrar respuestas. La jueza ha solicitado la colaboración de diversas entidades y organismos para llevar a cabo una búsqueda más efectiva. El Grupo Operativo Especial (GEO) de la Policía Nacional ha estado trabajando en la señalización de los coches, y se espera que la Dirección Adjunta Operativa disponga los recursos necesarios para continuar con las investigaciones.
La importancia de esta búsqueda radica no solo en la posibilidad de encontrar restos humanos, sino también en la necesidad de cerrar un capítulo doloroso para la familia y la comunidad. La desaparición de Mari Trini y su bebé ha dejado una huella profunda en la memoria colectiva de la región, y la reactivación de la investigación es un paso crucial para buscar justicia.
Las autoridades han expresado su compromiso de seguir adelante con la búsqueda, a pesar de los obstáculos que se han presentado a lo largo de los años. La falta de medios ha sido un impedimento significativo, pero la reciente decisión judicial ha abierto la puerta a nuevas oportunidades para avanzar en el caso.
La comunidad local también ha mostrado su apoyo a la búsqueda, con vecinos dispuestos a colaborar y aportar información que pueda ser relevante. La esperanza de encontrar a Mari Trini y su hija sigue viva, y cada nuevo hallazgo puede ser clave para resolver este misterio que ha perdurado durante más de tres décadas.
La historia de Mari Trini y su bebé es un recordatorio de la importancia de la justicia y la verdad en casos de desapariciones. La colaboración entre las autoridades y la comunidad es esencial para lograr avances significativos en la investigación y, con suerte, proporcionar respuestas a una familia que ha estado esperando durante años.
