El panorama laboral en España se presenta desafiante para el tercer trimestre de 2025, con proyecciones que indican un aumento significativo del desempleo. Según las estimaciones del servicio de estudios de Adecco, se anticipa que el número de desempleados crezca en aproximadamente 74,000 personas entre julio y septiembre, lo que representaría el segundo incremento más alto desde el inicio de la pandemia. Esta situación se produce en un contexto de incertidumbre económica, marcado por la guerra arancelaria y una desaceleración del crecimiento económico.
El desempleo podría alcanzar una tasa del 10.5% en el tercer trimestre, lo que implica un aumento de 0.2 puntos porcentuales en comparación con el trimestre anterior. Sin embargo, se prevé que esta cifra disminuya a un 9.6% para el cuarto trimestre, gracias a la recuperación estacional del empleo durante la campaña navideña. Este fenómeno de aumento del desempleo concurrente con un incremento en el número de ocupados es un reflejo de la dinámica estacional del mercado laboral, donde las contrataciones de verano se ven seguidas por despidos al finalizar la temporada.
A pesar del aumento del paro, se espera que el número de ocupados crezca en 115,000 personas, alcanzando un total de 22,383,300 ocupados. Este crecimiento, sin embargo, es el más bajo registrado en los últimos seis años, lo que indica una desaceleración en la creación de empleo. Para el cuarto trimestre, se prevé un leve aumento adicional en la ocupación, alcanzando los 22,493,700 ocupados.
Los analistas de Funcas también han señalado que, aunque el mercado laboral seguirá expandiéndose, lo hará a un ritmo más lento que en años anteriores. Se estima que se crearán 340,000 empleos netos anuales durante 2025-2026, en comparación con un promedio de 550,000 en los dos años anteriores. Esta desaceleración se debe en parte a la escasez de vivienda, que actúa como un obstáculo para la incorporación de nueva fuerza laboral.
En cuanto al Producto Interno Bruto (PIB), las proyecciones indican una variación del -0.1% en el tercer trimestre de 2025 en comparación con el trimestre anterior, lo que representa una desaceleración respecto al crecimiento del 3.2% registrado en el año anterior. Las estimaciones del Banco de España, la Airef, el FMI y otras instituciones sitúan el crecimiento del PIB para este año entre el 2.3% y el 2.6%, lo que refleja un enfriamiento de la economía.
El aumento en el gasto en pensiones, que ha crecido un 6.2% en agosto, y el incremento de la pensión de jubilación a 1,507 euros, también son factores que influyen en el contexto económico actual. Estos elementos, junto con la incertidumbre generada por la guerra arancelaria y la ralentización económica, contribuyen a un clima de preocupación en el mercado laboral.
La afiliación media a la Seguridad Social se prevé que muestre una leve disminución en agosto, con una proyección de 21,656,565 afiliados, antes de experimentar un ligero aumento en septiembre y octubre. Este patrón sugiere una desaceleración en el crecimiento del empleo, que se reflejará en los datos que el INE publicará en los próximos meses.
En resumen, el mercado laboral español enfrenta un periodo de transición, con un aumento del desempleo y un crecimiento moderado en la ocupación. La combinación de factores estacionales, incertidumbre económica y cambios en la dinámica del mercado laboral plantea desafíos significativos para los trabajadores y las empresas en el país.