La Sareb, conocida como el ‘banco malo’, fue creada en 2012 con el objetivo de gestionar y liquidar los activos tóxicos de la banca española que surgieron durante la crisis financiera. A pesar de sus esfuerzos, la entidad ha enfrentado desafíos significativos en su camino hacia la recuperación financiera. En este artículo, exploraremos la situación actual de la Sareb, sus resultados financieros recientes y el impacto que tiene en el mercado inmobiliario español.
### Resultados Financieros de la Sareb
En 2024, la Sareb reportó ingresos de 3.060 millones de euros, lo que representa un aumento del 11% en comparación con el año anterior. Sin embargo, a pesar de estos ingresos récord, la entidad continúa enfrentando pérdidas significativas, acumulando 2.826 millones de euros en el último ejercicio, un incremento del 28,6% respecto a 2023. Esta situación pone de manifiesto la dificultad de la Sareb para deshacerse de sus activos y repagar la deuda que contrajo durante su creación.
Desde su inicio, la Sareb ha tenido como mandato la venta de activos inmobiliarios, que incluyen viviendas, locales comerciales y terrenos, con el fin de amortizar su deuda senior de 50.781 millones de euros, respaldada por el Estado. Sin embargo, la realidad es que la Sareb ha repagado solo el 44,5% de esta deuda, lo que equivale a aproximadamente 28.183 millones de euros, dejando un saldo pendiente de 22.598 millones que, previsiblemente, deberá ser asumido por el Estado en 2027.
La situación se complica aún más debido a que la tasación de los activos de la Sareb se realizó por encima de su valor real actual. Esto ha llevado a la entidad a reconocer que no podrá devolver toda la deuda antes de la fecha límite establecida. En 2021, la presión de Europa obligó a España a incluir la deuda de la Sareb en sus cuentas públicas, lo que incrementó la deuda pública en 35.000 millones de euros. Esto ha generado un impacto significativo en la economía española y ha suscitado preocupaciones sobre la sostenibilidad de la deuda pública a largo plazo.
### Estrategias de Alquiler y Desarrollo Inmobiliario
En un intento por mitigar sus pérdidas y contribuir a la solución de la crisis de vivienda en España, la Sareb ha comenzado a implementar estrategias que incluyen la cesión de propiedades para alquiler social. En 2024, la entidad aprobó 9.000 alquileres sociales, lo que representa un paso hacia la responsabilidad social y la recuperación de la confianza pública. El 1 de julio de 2024, el Consejo de Ministros aprobó la transferencia de 40.000 inmuebles de la Sareb a una nueva empresa pública de vivienda, con el objetivo de destinarlos a alquiler asequible. La ministra de Vivienda, Isabel Rodríguez, destacó que esta acción busca devolver a la ciudadanía los activos que fueron financiados con dinero público.
A pesar de estas iniciativas, la Sareb enfrenta el reto de equilibrar su mandato de desinversión con la necesidad de abordar la crisis de vivienda en el país. En 2024, la Sareb generó 1.753 millones de euros por la venta de activos inmobiliarios, un 6% más que el año anterior. Sin embargo, la venta de 8.900 viviendas particulares se detuvo en 2025, tras el anuncio del presidente del Gobierno de destinar estos activos al parque público de vivienda. Esto refleja un cambio en la estrategia de la Sareb, que ahora busca priorizar el bienestar social sobre la recuperación de su deuda.
En el ámbito del desarrollo inmobiliario, la Sareb también ha establecido la promotora Árqura Homes, que se encarga de construir y comercializar promociones en terrenos que son propiedad de la Sareb. En 2024, esta promotora entregó 1.650 viviendas, lo que representa un ligero aumento respecto a las 1.620 viviendas entregadas en el año anterior. Esta actividad es crucial para la Sareb, ya que no solo contribuye a la generación de ingresos, sino que también ayuda a abordar la escasez de vivienda en el mercado español.
La Sareb se encuentra en una encrucijada, donde debe equilibrar sus objetivos financieros con la responsabilidad social de proporcionar vivienda asequible. A medida que avanza hacia el futuro, será fundamental que la entidad encuentre formas innovadoras de gestionar sus activos y contribuir a la solución de la crisis de vivienda en España, al mismo tiempo que trabaja para reducir su deuda y mejorar su situación financiera.