La reciente comparecencia de Xavier Trias y Oriol Junqueras en la comisión del Congreso sobre la Operación Cataluña ha reavivado el debate sobre las tácticas políticas utilizadas en el pasado para desacreditar a figuras del independentismo catalán. Trias, exalcalde de Barcelona, ha denunciado la creación de una cuenta bancaria falsa en Suiza, supuestamente vinculada a él, como parte de un intento de desestabilizar su carrera política. En su declaración, Trias expresó su deseo de que aquellos que lo atacaron se disculpen por las acusaciones infundadas que le hicieron, afirmando que su intención era simplemente defender la identidad nacional de Catalunya.
El exalcalde, que se presentó ante la comisión del Congreso, argumentó que la publicación de información errónea en medios de comunicación fue utilizada como un arma política para apartarlo de la política. Trias se sintió «indefenso» y «solo» ante las acusaciones, que no solo afectaron su reputación, sino que también tuvieron un impacto significativo en su vida personal y profesional. A pesar de no tener pruebas concretas sobre quién estaba detrás de la atribución de la cuenta falsa, no dudó en calificar de «malévolo» al entonces ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, quien estuvo al frente de las operaciones de la policía durante el periodo en cuestión.
### La Respuesta de Junqueras y el Contexto Político
Por su parte, Oriol Junqueras, líder de ERC y exvicepresidente de la Generalitat, también compareció ante la misma comisión. Junqueras se centró en las supuestas presiones ejercidas por el expresidente del Gobierno, Mariano Rajoy, sobre la Banca Privada d’Andorra. Según Junqueras, estas presiones tenían como objetivo obtener información sobre independentistas catalanes, incluyendo a la familia Pujol, que sí tenía cuentas significativas en el principado andorrano. Junqueras enfatizó que él no tenía ninguna cuenta en Andorra, lo que pone de relieve la naturaleza selectiva de las investigaciones que se llevaron a cabo.
La Operación Cataluña ha sido objeto de críticas por su enfoque en la persecución política de figuras independentistas. Artur Mas, ex presidente de la Generalitat, también ha denunciado esta operación como una «persecución» que utilizó estructuras policiales para crear pruebas falsas con el fin de eliminarlo políticamente. La querella presentada por Mas se dirige contra varios ex altos funcionarios del Gobierno, incluyendo a Jorge Fernández Díaz y María Dolores de Cospedal, así como a comisarios de policía jubilados.
La situación actual en Catalunya, marcada por tensiones políticas y un fuerte deseo de autodeterminación, ha llevado a muchos a cuestionar las acciones del Gobierno español en relación con el independentismo. La comparecencia de Trias y Junqueras en el Congreso no solo es un recordatorio de las luchas pasadas, sino que también plantea preguntas sobre el futuro de la política catalana y la relación entre Catalunya y el resto de España.
### Implicaciones Legales y Futuras Acciones
Ambos líderes han dejado claro que no se quedarán de brazos cruzados ante lo que consideran injusticias. Trias ha anunciado su intención de presentar una nueva querella contra los responsables de la supuesta trama que lo afectó, sumándose a la que ya interpuso en 2017 por calumnias e injurias. Esta acción legal refleja la determinación de los líderes independentistas de luchar contra lo que consideran una campaña de desprestigio orquestada desde el poder central.
La situación se complica aún más con la reciente decisión de la justicia de paralizar la comisión rogatoria de Andorra que implicaba a Rajoy, Montoro y Fernández Díaz. Esta decisión ha generado críticas y preocupaciones sobre la falta de transparencia y la posibilidad de que se impida el esclarecimiento de los hechos relacionados con la Operación Cataluña.
La Operación Cataluña sigue siendo un tema candente en el debate político español, y las comparecencias de Trias y Junqueras han puesto de manifiesto la necesidad de una revisión crítica de las acciones del pasado. A medida que se desarrollan los acontecimientos, la atención se centrará en cómo estas revelaciones afectarán la percepción pública de la política en Catalunya y en el resto de España, así como en las posibles repercusiones legales para aquellos involucrados en la operación.