La reciente sanción impuesta por la Comisión Europea a las plataformas de entrega de comida Glovo y Delivery Hero ha marcado un hito en la regulación del mercado digital. Con una multa total de 329 millones de euros, esta decisión no solo resalta la importancia de la competencia en el sector, sino que también pone de manifiesto las prácticas anticompetitivas que han afectado a consumidores y trabajadores en Europa.
### Un Cártel que Dividió el Mercado
La investigación que llevó a esta sanción comenzó en julio de 2022, cuando se descubrió que Glovo y Delivery Hero habían establecido un acuerdo para repartirse el mercado europeo de comida a domicilio. Este tipo de prácticas, conocidas como cárteles, son ilegales en la Unión Europea, ya que limitan la competencia y perjudican a los consumidores al reducir la oferta y aumentar los precios.
Según los hallazgos de la Comisión Europea, las dos empresas no solo se dividieron los mercados, sino que también intercambiaron información privilegiada sobre precios, ofertas y capacidades de distribución. Esto significa que, en los países donde operaba Glovo, Delivery Hero se mantenía al margen, y viceversa. Esta estrategia de no competencia no solo limitó las opciones disponibles para los consumidores, sino que también impidió que los precios se ajustaran de manera natural en un mercado competitivo.
La vicepresidenta de Competencia de la Comisión Europea, Teresa Ribera, destacó que este caso es significativo porque representa la primera vez que se sanciona un acuerdo de «no poach». Este término se refiere a la práctica de las empresas de no competir por el talento, lo que reduce las oportunidades laborales para los trabajadores. En este caso, Glovo y Delivery Hero acordaron no contratar a los empleados de la otra empresa, lo que limita la movilidad laboral y la libertad de elección de los trabajadores.
### Impacto en los Consumidores y el Mercado Laboral
El impacto de estas prácticas se ha sentido en múltiples niveles. Para los consumidores, la reducción de la competencia ha significado menos opciones y precios más altos. Aunque la Comisión Europea no ha proporcionado una evaluación detallada del impacto económico total en los consumidores, es evidente que la falta de competencia ha llevado a un aumento en los precios de los servicios de entrega de comida.
Además, la sanción también pone de relieve las dificultades que enfrentan los trabajadores en el sector de la entrega a domicilio. Glovo, en particular, ha sido objeto de críticas por su modelo de negocio, que ha sido calificado como explotación de los riders. La empresa ha acumulado multas que superan los 200 millones de euros debido a prácticas laborales injustas, y su modelo de falsos autónomos fue declarado ilegal por el Tribunal Supremo.
La situación se complica aún más con la implicación de Delivery Hero en la gestión de Glovo. La Comisión Europea concluyó que la participación minoritaria de Delivery Hero en Glovo fue utilizada para acceder a información confidencial, lo que facilitó la coordinación entre ambas empresas. Esto no solo es una violación de las normas de competencia, sino que también plantea serias preguntas sobre la ética empresarial en el sector de la entrega de comida.
### Reacciones y Futuro del Mercado
La multa de 329 millones de euros se ha reducido en un 10% debido al reconocimiento de las prácticas anticompetitivas por parte de las empresas. Glovo se enfrenta a una sanción de 106 millones de euros, mientras que Delivery Hero deberá pagar 223 millones. Esta decisión ha sido recibida con una mezcla de alivio y preocupación por parte de los consumidores y trabajadores del sector.
Los expertos en competencia advierten que este caso podría sentar un precedente importante para futuras investigaciones sobre prácticas anticompetitivas en el sector digital. La Comisión Europea ha dejado claro que está dispuesta a tomar medidas enérgicas contra cualquier comportamiento que limite la competencia y perjudique a los consumidores.
A medida que el mercado de la entrega de comida continúa evolucionando, es probable que veamos un mayor escrutinio de las prácticas empresariales en este sector. La presión para garantizar un entorno competitivo y justo para los consumidores y trabajadores será fundamental en los próximos años. La sanción a Glovo y Delivery Hero es solo el comienzo de un esfuerzo más amplio para regular un mercado que ha crecido rápidamente, pero que también ha enfrentado críticas por sus prácticas laborales y comerciales.