Ricardo Tascón, a sus 92 años, es un referente en la historia de la hotelería en Gijón. Su vida ha estado marcada por la ambición y el deseo de superación, forjando un legado que ha dejado huella en la ciudad. Desde sus humildes comienzos hasta convertirse en un empresario exitoso, su trayectoria es un testimonio de esfuerzo y dedicación.
### Los Inicios de una Trayectoria Excepcional
Nacido en 1932 en Gallegos de Curueño, León, Ricardo Tascón vivió una infancia marcada por la adversidad. La muerte de su padre cuando él tenía solo 14 años dejó a su familia en una situación precaria. Sin embargo, esta experiencia temprana no hizo más que alimentar su ambición. «Siempre tuve mucha ambición porque me crié con muchísimo complejo de no tener nada», confiesa Tascón. Esta ambición lo llevó a trabajar desde joven, primero en la construcción y luego en la hostelería, donde comenzó a cimentar su futuro.
Su primer contacto con el mundo de la hostelería fue a través de un bar en Gijón, donde junto a su familia, comenzó a construir lo que más tarde se convertiría en el Grupo Tascón Hermanos. Con un enfoque innovador, Tascón implementó estrategias que atrajeron a los clientes, como asar sardinas en la entrada del bar para atraer a los transeúntes con el aroma de la comida. Esta creatividad y determinación fueron clave para el éxito inicial del negocio.
A medida que el grupo crecía, Tascón no se detuvo. Adquirió varios locales y restaurantes, incluyendo el famoso Peñarrubia, que se convirtió en uno de los más concurridos de Gijón. Su capacidad para identificar oportunidades y su disposición para asumir riesgos fueron fundamentales en su ascenso en el sector hotelero.
### La Era de los Hoteles y la Competencia Desleal
Con el tiempo, Tascón expandió su imperio hotelero, abriendo el Hotel León y más tarde el Hotel Begoña Park, que se convirtió en un referente en la costa asturiana. La llegada de los Rolling Stones al Begoña Park marcó un hito en su carrera, aunque no sin desafíos. «Pedían tantas cosas que no teníamos… Al final, con un fax se arreglaron», recuerda Tascón con una sonrisa, reflejando su capacidad para adaptarse a las exigencias de sus huéspedes.
Sin embargo, el panorama hotelero ha cambiado drásticamente en los últimos años. Tascón señala que la competencia de los pisos turísticos representa una «competencia desleal» para los hoteles tradicionales. «Se convive, pero a base de ofrecer tarifas más bajas», explica, evidenciando la presión que enfrentan los negocios establecidos en un mercado saturado.
La evolución del sector ha llevado a Tascón a reflexionar sobre el futuro de sus negocios. A pesar de haber construido un legado sólido, la falta de interés de las nuevas generaciones en continuar con el negocio familiar ha llevado a Tascón a considerar la venta de sus propiedades. «Yo ya me he hecho viejo y el único futuro es vender», afirma, reconociendo la realidad de un sector en constante cambio.
A lo largo de su carrera, Tascón ha aprendido que el dinero no lo es todo. «Lo primero es la salud y, luego, la familia. Para vivir bien tampoco se necesita tanto dinero», reflexiona, mostrando una perspectiva más amplia sobre el éxito y la felicidad.
Ricardo Tascón es un ejemplo de perseverancia y adaptabilidad en un mundo empresarial en constante evolución. Su historia no solo es un relato de éxito, sino también una lección sobre la importancia de la familia, la salud y la pasión por lo que se hace. A medida que Gijón sigue creciendo y cambiando, el legado de Tascón perdurará, recordando a todos que el verdadero éxito se mide no solo en términos financieros, sino en las relaciones y experiencias construidas a lo largo del camino.