La fotógrafa mexicana Graciela Iturbide ha dejado una huella imborrable en el mundo del arte, y su reciente discurso en la ceremonia de los Premios Princesa de Asturias de las Artes 2025 ha reafirmado su compromiso con la fotografía como un medio de expresión profunda y reflexiva. En un evento donde las luces y los flashes suelen acaparar la atención, Iturbide optó por un enfoque más introspectivo, convirtiendo su intervención en un manifiesto sobre la identidad y la libertad creativa.
La esencia de su mensaje radica en la humildad y la autenticidad. Al describir su experiencia de más de medio siglo observando el mundo a través de una pequeña ventana, Iturbide nos recuerda que la fotografía no es solo una técnica, sino una forma de estar presente en la vida. Esta perspectiva desafía la noción contemporánea de que la fotografía debe ser una representación fiel de la realidad. En lugar de eso, Iturbide propone que la fotografía es una interpretación subjetiva, un reflejo de la visión personal del fotógrafo.
### La Fotografía como Interpretación de la Realidad
En su discurso, Graciela Iturbide enfatiza que «la fotografía no es la verdad, sino la interpretación de una realidad». Esta afirmación es crucial en un mundo donde la imagen se ha convertido en un vehículo de información instantánea y, a menudo, engañosa. La artista nos invita a cuestionar la veracidad de lo que vemos y a reconocer que cada imagen es el resultado de una elección personal, de un punto de vista único. Esta idea es especialmente relevante en la era digital, donde la manipulación de imágenes es común y la búsqueda de la verdad puede ser un desafío.
Iturbide también comparte su perspectiva sobre la propiedad de las imágenes. Al afirmar que «no me siento dueña de mis imágenes», sugiere que el verdadero poder de la fotografía radica en su capacidad de resonar en la comunidad. Para ella, el arte no debe ser un medio de control, sino una forma de conexión y diálogo. Esta visión democratiza la fotografía, permitiendo que las imágenes trasciendan las barreras y se conviertan en un lenguaje universal.
La artista también aborda la idea de que el arte no tiene fronteras. En un mundo cada vez más dividido, su afirmación de que «el arte fotográfico no conoce pasaportes» es un recordatorio de que la creatividad puede unir a las personas, independientemente de su origen o nacionalidad. Esta perspectiva es especialmente relevante en el contexto actual, donde las divisiones culturales y políticas son más evidentes que nunca.
### La Identidad y la Convivencia con las Contradicciones
Uno de los momentos más conmovedores de su discurso es cuando Iturbide menciona que «no podría sacrificar una de mis vertientes sin mutilarme a mí misma». Esta declaración resuena profundamente en un mundo que a menudo busca categorizar y simplificar la identidad. En lugar de buscar una identidad pura y homogénea, Iturbide aboga por la aceptación de la complejidad y la diversidad de nuestras experiencias. Esta aceptación de las contradicciones es, en última instancia, una fuente de riqueza y creatividad.
La frase que encapsula su enfoque es: «La fotografía es el arte que lidia con el tiempo, que lo desafía, lo fija y, a veces, lo mata». En un mundo que se mueve rápidamente, donde la inmediatez y la superficialidad a menudo dominan, Iturbide nos invita a adoptar una forma de mirar más lenta y consciente. Este enfoque no solo da valor a lo que suele pasar desapercibido, sino que también nos anima a reflexionar sobre nuestras propias vidas y experiencias.
El discurso de Graciela Iturbide en los Premios Princesa de Asturias no solo es un testimonio de su trayectoria como fotógrafa, sino también una invitación a todos nosotros a reconsiderar nuestra relación con la imagen y el arte. Nos recuerda que la fotografía es mucho más que un simple clic; es una herramienta poderosa para explorar la identidad, la cultura y la humanidad. En un momento en que la autenticidad y la conexión son más importantes que nunca, las lecciones de Iturbide resuenan con fuerza, instándonos a mirar más allá de la superficie y a encontrar significado en lo cotidiano.
