La reciente restauración del mural de Delhy Tejero, una destacada artista española, ha suscitado un intenso debate sobre la preservación del patrimonio artístico en Sevilla. Este mural, que formaba parte del vestíbulo de la antigua fábrica de Tabacalera, fue desmontado en julio de 2023 debido a la demolición del edificio que lo albergaba. Sin embargo, la retirada del mural ha dejado al descubierto una serie de irregularidades y preocupaciones sobre el futuro de esta obra, que es considerada un bien cultural de gran relevancia.
El mural, que fue creado entre 1965 y 1966, representa una alegoría de la relación entre América y España a través del tabaco, un producto que ha tenido un papel significativo en la historia económica y cultural de la región. La obra incluye no solo el friso pintado, sino también una mampara de cristal decorada con flores de tabaco, que ha desaparecido sin dejar rastro durante el proceso de desmontaje. Este hecho ha generado inquietud entre las herederas de Tejero, quienes han expresado su preocupación por el destino final de la obra y la falta de comunicación por parte de las instituciones involucradas.
### La Mutilación del Mural y la Falta de Transparencia
El proceso de desmontaje del mural ha sido objeto de críticas debido a la falta de transparencia y la aparente desinformación que rodea a la operación. La Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía, junto con el Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico (IAPH) y KKH Property Investors, han sido acusados de actuar con «nocturnidad y alevosía» al retirar el mural sin previo aviso, lo que ha llevado a cuestionar la legitimidad de sus acciones. La mampara de cristal, que formaba parte integral de la obra, no fue mencionada en los comunicados oficiales, lo que ha alimentado la sospecha de que su desaparición fue intencionada.
Las herederas de Delhy Tejero, María Dolores Vila e Inés Vila, han manifestado su descontento por no haber sido consultadas en ningún momento del proceso. A pesar de que se había documentado la existencia de la mampara en los archivos de la artista, las instituciones no tomaron en cuenta esta información al llevar a cabo el desmontaje. La falta de comunicación y la ausencia de un plan claro para la reubicación del mural han generado un clima de incertidumbre sobre su futuro.
### La Restauración y el Futuro del Mural
La restauración del mural está siendo llevada a cabo por el IAPH y se espera que esté finalizada en septiembre de 2025. Sin embargo, el destino final de la obra sigue siendo un misterio. Las herederas de Tejero han expresado su preocupación por saber si el mural será expuesto al público, si estará protegido y si se respetará su integridad artística. La restauración, que ha sido adjudicada a la especialista Concepción Moreno Galindo por un importe de 29.584 euros, se centra en estabilizar el soporte de las pinturas y limpiar las capas de suciedad acumuladas a lo largo de los años.
El IAPH ha indicado que el mural es un «Bien constitutivo del patrimonio histórico andaluz», lo que implica que debe ser tratado con el máximo respeto a sus valores originales. Sin embargo, la falta de claridad sobre cómo se llevará a cabo esta restauración y la ausencia de un plan de protección patrimonial han suscitado dudas sobre la efectividad de las medidas adoptadas.
Además, la comunidad artística y los especialistas en patrimonio han señalado que la obra de Delhy Tejero es un testimonio importante de las Vanguardias Artísticas del siglo XX en España. La desaparición de la mampara y la falta de información sobre su estado actual son vistas como un ataque a la memoria cultural de la región. La situación ha llevado a diversas asociaciones y expertos a exigir una mayor protección para el mural y a instar a las autoridades a garantizar su conservación en el contexto arquitectónico que le es propio.
La controversia en torno al mural de Delhy Tejero pone de manifiesto la necesidad de una mayor transparencia en la gestión del patrimonio artístico en España. La falta de comunicación entre las instituciones y las familias de los artistas, así como la ausencia de un marco legal claro para la protección de obras de arte, son cuestiones que deben ser abordadas con urgencia. La historia del mural de Tejero es un recordatorio de que el patrimonio cultural no solo debe ser preservado, sino también respetado y valorado en su totalidad.