La historia de Lucio Ángel Vallejo Balda es un relato que refleja las complejidades y tensiones que se viven dentro de la Curia Vaticana. Desde su ascenso como un prometedor sacerdote y experto financiero hasta su condena por traición, su trayectoria es un ejemplo de cómo el poder y la fe pueden entrelazarse en formas inesperadas. Este artículo explora su vida, el escándalo que lo llevó a prisión y las repercusiones que tuvo en la Iglesia Católica.
Orígenes y Ascenso: Un Sacerdote en el Corazón del Vaticano
Lucio Ángel Vallejo Balda nació el 12 de junio de 1961 en Villamediana de Iregua, en La Rioja, España. Desde muy joven mostró una inclinación hacia la vida religiosa, ingresando al Seminario Menor de Logroño a la edad de ocho años. Su formación continuó en el Seminario Mayor, donde se unió al Opus Dei, lo que marcaría su trayectoria dentro de la Iglesia. Vallejo Balda se destacó por su brillantez académica, obteniendo un doctorado en Teología y realizando estudios en Derecho. Esta combinación de teología y gestión económica lo convirtió en una figura clave en la Iglesia española.
En su diócesis de Astorga, Vallejo Balda asumió múltiples responsabilidades, incluyendo la gestión de medios de comunicación católicos y la atención de varias parroquias. Su talento no pasó desapercibido, y en 2011 fue nombrado por Benedicto XVI como secretario de la Prefectura para los Asuntos Económicos de la Santa Sede. En 2013, con la llegada del Papa Francisco, Vallejo Balda fue ascendido a un puesto clave en la Comisión Pontificia Referente de la Organización de la Estructura Económico-Administrativa de la Santa Sede (Cosea), creada para reformar las finanzas vaticanas.
En este rol, Vallejo Balda tuvo acceso a documentos sensibles sobre los gastos y propiedades de la Santa Sede, lo que lo convirtió en una figura de confianza para el Papa. Sin embargo, su posición también lo colocó en el centro de un torbellino de intrigas que eventualmente lo llevarían a su caída.
Vatileaks II: La Traición que Sacudió el Vaticano
El escándalo conocido como Vatileaks II estalló en 2015, cuando se publicaron dos libros que revelaban detalles escandalosos sobre las finanzas del Vaticano. Estos libros, que expusieron lujosos apartamentos para cardenales y gastos exorbitantes en canonizaciones, contenían información que Vallejo Balda había filtrado. El Vaticano calificó esta filtración como una grave traición a la confianza del Papa.
El 2 de noviembre de 2015, Vallejo Balda y Francesca Chaouqui, una consultora italiana también involucrada en Cosea, fueron arrestados por la Gendarmería Vaticana. Mientras Chaouqui fue liberada tras cooperar con las autoridades, Vallejo Balda se convirtió en el miembro de mayor rango de la Curia jamás arrestado. Durante el juicio, que se extendió por ocho meses, Vallejo Balda admitió haber entregado contraseñas de documentos protegidos a los periodistas Gianluigi Nuzzi y Emiliano Fittipaldi, aunque negó haber sido amenazado por ellos. En cambio, apuntó a Chaouqui como la responsable de presionarlo, alegando que había sido manipulada emocionalmente.
El juicio no solo expuso las acciones de Vallejo Balda, sino que también reveló las resistencias internas a las reformas de Francisco. La condena llegó el 7 de julio de 2016, cuando Vallejo Balda fue sentenciado a 18 meses de prisión, convirtiéndose en el único sacerdote condenado por traicionar directamente al Papa. Aunque los fiscales solicitaron penas más severas, el tribunal optó por una sentencia más leve, reflejando la complejidad del caso.
Clemencia Papal y Retorno a España
En un gesto de misericordia, el Papa Francisco otorgó la libertad condicional a Vallejo Balda el 20 de diciembre de 2016, tras cumplir la mitad de su sentencia. Regresó a la diócesis de Astorga, donde fue destituido de sus funciones vaticanas. Este acto de clemencia evocó el perdón que Benedicto XVI había otorgado a Paolo Gabriele, el mayordomo condenado en el primer escándalo de Vatileaks.
Desde su liberación, Vallejo Balda ha mantenido un perfil bajo, sin hacer declaraciones públicas significativas. Su vida posterior al escándalo ha permanecido en gran parte privada, lo que ha llevado a especulaciones sobre su estado actual y su relación con la Iglesia.
Impacto y Legado del Escándalo
El caso Vatileaks II tuvo repercusiones duraderas en el Vaticano. Los libros que revelaron los escándalos financieros generaron presión para acelerar las reformas que Francisco había prometido. En marzo de 2016, el Papa implementó controles más estrictos sobre el proceso de canonización, abordando las críticas sobre los costos excesivos que habían sido expuestos.
Sin embargo, el escándalo también puso de manifiesto las dificultades que enfrenta Francisco para transformar una Curia que se resiste al cambio. Vallejo Balda, que alguna vez fue visto como un aliado clave en la misión del Papa, se convirtió en un símbolo de las tensiones internas dentro del Vaticano. Su historia es un recordatorio de los desafíos que enfrenta un Papa reformador en una institución con una larga historia de poder y fe entrelazados.