La reciente victoria de la Bonoloto en Gijón ha dejado a la comunidad en un estado de euforia. Con un premio de 1,72 millones de euros, el estanco de La Camocha, regentado por Iván Rodríguez, se ha convertido en el centro de atención del barrio. La noticia de que el boleto ganador fue validado en este establecimiento ha generado una oleada de especulaciones y alegrías entre los vecinos, quienes se preguntan quién será el afortunado que se llevará el premio.
El estanco de La Camocha, que ha estado en la familia de Iván durante más de cinco décadas, ha tenido su cuota de suerte en el pasado, pero nunca un premio tan grande como este. Iván, quien asumió el negocio familiar en 2010, expresó su felicidad al recibir la noticia. «Es una satisfacción increíble», comentó, mientras se encontraba junto a su hija Katia, quien también compartió la alegría de su padre. La comunidad está ansiosa por saber quién es el afortunado, y los rumores no cesan. «¿A mí no me ha tocado, y a ti?» se ha convertido en la frase más repetida entre los vecinos.
### La reacción de la comunidad
La noticia del premio ha generado un ambiente festivo en La Camocha. Desde la apertura de los negocios locales, los comentarios sobre el ganador no han dejado de fluir. Saray Díaz, de la Sidrería Casa Nacho, expresó su deseo de que el premio haya sido para alguien del barrio. «Ojalá sea alguien de aquí, de La Camocha», dijo, mientras servía a sus clientes. La incertidumbre sobre la identidad del ganador ha llevado a muchos a especular sobre el destino del dinero. Algunos creen que el afortunado ya podría estar disfrutando de unas vacaciones en Cancún, mientras que otros simplemente esperan que la suerte sonría a un vecino.
Carlos Pérez, un cliente habitual de la sidrería, también se unió a la conversación, deseando que el premio haya sido para alguien que realmente lo necesite. «Que haya alegría y que lo disfrute el afortunado, pero desde luego que yo tampoco soy el ganador», comentó con una sonrisa. La comunidad se ha unido en esta celebración, compartiendo la esperanza de que el premio haya sido para alguien que lo merezca.
### La historia del estanco de La Camocha
El estanco de La Camocha tiene una rica historia que se remonta a más de 50 años. Antes de que Iván asumiera el negocio, su madre lo regentó durante más de cinco décadas. Iván, quien es policía de profesión, decidió tomar una excedencia para dedicarse al estanco, un cambio que ha traído consigo tanto desafíos como recompensas. En sus 15 años al frente del negocio, ha visto premios menores, pero nunca uno de esta magnitud.
«En el año 1998 llegamos a dar 109 millones de pesetas y también hace unos años dimos dos premios de 30.000 euros, pero nunca uno tan grande», recordó Iván. Este premio llega en un momento crucial para él, ya que está en proceso de trasladar el estanco a un nuevo local a solo 30 metros del actual. La burocracia ha complicado el proceso, pero este golpe de suerte podría ser justo lo que necesita para revitalizar su negocio.
La comunidad de La Camocha ha estado unida en la incertidumbre y la emoción que ha traído este premio. Los vecinos se han reunido en las plazas y cafeterías, compartiendo historias y especulaciones sobre quién podría ser el afortunado. La Bonoloto no solo ha cambiado la vida de un individuo, sino que ha unido a toda una comunidad en torno a la esperanza y la posibilidad de un futuro mejor.
Los 1,72 millones de euros pueden parecer una fortuna, pero en comparación con otros premios históricos en Gijón, como los 19,2 millones del Gordo de la Primitiva, este premio es solo una parte de la historia de la suerte en la ciudad. Sin embargo, para La Camocha, este premio representa una oportunidad de cambio y un rayo de esperanza en tiempos inciertos. La comunidad espera que el afortunado ganador comparta su suerte y que la alegría de este premio se extienda más allá de las paredes del estanco, iluminando la vida de todos en el barrio.