En un reciente fallo del Tribunal Superior de Justicia de Asturias (TSJA), el Principado ha sido condenado a indemnizar a Carmen Suárez, una mujer de 80 años que sufrió un ataque de un oso en 2021. La sentencia, que otorga a Suárez 84.000 euros, pone de relieve la responsabilidad del gobierno regional en casos de ataques de fauna salvaje y la necesidad de una respuesta más efectiva ante situaciones de riesgo para la población.
Carmen Suárez, vecina de Sonande, en Cangas del Narcea, fue atacada por un oso el 30 de mayo de 2021 mientras paseaba cerca de su hogar. El animal, que apareció de repente, le causó graves lesiones, incluyendo la fractura de su cadera y desgarros en su rostro. Afortunadamente, sus acompañantes lograron ahuyentar al oso antes de que la situación se tornara aún más trágica. Sin embargo, las secuelas físicas y emocionales del ataque han marcado la vida de Carmen desde entonces.
### Un Proceso Judicial Lento y Complicado
La lucha de Carmen por obtener justicia ha sido larga y complicada. Desde el ataque, su abogado, Juan Ramón Campo, ha trabajado incansablemente para asegurar que se respeten los derechos de su clienta. A pesar de las promesas iniciales de apoyo por parte de las autoridades locales, la respuesta del Principado fue decepcionante. La administración no solo tardó en reconocer la gravedad del incidente, sino que también dificultó el acceso a la documentación necesaria para avanzar en el caso.
Campo relata que, tras el ataque, Carmen y su familia enfrentaron una serie de obstáculos burocráticos. Desde la negativa inicial a proporcionar el expediente del caso hasta la necesidad de recurrir al Consejo de la Transparencia para obtener información, el proceso se convirtió en una odisea legal. La falta de respuesta del gobierno regional generó desconfianza y frustración en Carmen, quien no entendía por qué su caso no era tratado con la seriedad que merecía.
Finalmente, después de cuatro años de espera, el TSJA ha dictado una sentencia que no solo reconoce el derecho de Carmen a ser indemnizada, sino que también critica la postura del Principado. Los magistrados señalaron que la administración no puede exonerarse de responsabilidad en casos de ataques de fauna salvaje, especialmente cuando se trata de daños a personas. La sentencia subraya la paradoja de que el gobierno regional compensa a los ganaderos por daños a su ganado, pero no a las personas afectadas por ataques de animales salvajes.
### Consecuencias del Ataque y la Indemnización
Las secuelas del ataque han sido devastadoras para Carmen. Aparte de las lesiones físicas, que requirieron múltiples intervenciones quirúrgicas, la experiencia ha afectado su calidad de vida. Carmen ahora depende de muletas para moverse y ha perdido parte de su confianza al salir sola. La angustia emocional y el trauma del ataque han cambiado su rutina diaria, obligándola a depender de su familia para salir de casa.
La indemnización de 84.000 euros, aunque significativa, no puede borrar los efectos del ataque. Carmen ha tenido que lidiar con problemas de salud persistentes, incluyendo alteraciones en la respiración y un perjuicio estético que ha afectado su autoestima. A pesar de estos desafíos, Carmen ha demostrado una notable resiliencia, apoyada por su familia y su abogado, quienes han estado a su lado durante todo este proceso.
La sentencia del TSJA no solo representa un triunfo personal para Carmen, sino que también plantea preguntas importantes sobre la gestión de la fauna salvaje en Asturias. La creciente población de osos en la región ha generado preocupaciones sobre la seguridad de los residentes, especialmente en áreas rurales como Sonande. La Fundación Oso ha estado trabajando en la reforestación y en la creación de hábitats para los osos, pero la seguridad de las personas debe ser una prioridad en la gestión de la fauna.
La situación de Carmen Suárez es un recordatorio de que la protección de la vida silvestre no debe ir en detrimento de la seguridad de las personas. La administración regional tiene la responsabilidad de implementar medidas efectivas para prevenir ataques y garantizar que los ciudadanos estén protegidos. La reciente sentencia del TSJA podría ser un paso hacia una mayor responsabilidad y atención a las necesidades de las personas afectadas por la fauna salvaje en Asturias.