El turismo en Estados Unidos enfrenta un desafío significativo debido a las políticas implementadas por el gobierno de Trump. Según un informe reciente del Consejo Mundial de Viajes y Turismo, se prevé que el país pierda aproximadamente 12.500 millones de dólares en ingresos turísticos durante el verano de 2025. Esta tendencia se ha visto impulsada por una disminución en la confianza de los viajeros hacia un destino que anteriormente era considerado amigable y accesible.
Las políticas de ‘América primero’, junto con una retórica polarizadora y tensiones comerciales, han contribuido a que millones de viajeros de todo el mundo descarten a Estados Unidos como opción vacacional. Las nuevas medidas de inmigración, que incluyen un mayor escrutinio en los puertos de entrada y restricciones en la obtención de visados, han generado incomodidad e incluso miedo entre los potenciales visitantes. Geoff Freeman, director ejecutivo de la Asociación de Viajes de Estados Unidos, ha señalado que la preocupación por el registro de dispositivos electrónicos y el riesgo de deportación son factores que afectan la decisión de viajar al país.
El Consejo Mundial de Viajes y Turismo anticipa una caída del 14% en el sector turístico estadounidense este verano, tras un año 2024 que había mostrado un crecimiento robusto. La empresa de investigación Tourism Economics ha revisado sus proyecciones, pasando de un aumento del 9% a un descenso del 9,4% en las llegadas internacionales. Adam Sacks, presidente de la empresa, ha indicado que las decisiones políticas impopulares están afectando la imagen del país, que ha sufrido un golpe considerable.
A pesar de la caída general en el turismo, las agencias de viajes de lujo están experimentando un auge. Este sector, que se centra en la exclusividad y el servicio personalizado, ha reportado un aumento del 23% en los contratos de alta gama. Sin embargo, la situación es preocupante para el turismo convencional, que está viendo un descenso notable en las visitas, especialmente de turistas canadienses y europeos.
Los viajeros canadienses, que tradicionalmente han representado una parte significativa del turismo en Estados Unidos, han registrado una caída del 15,2% en sus visitas en comparación con el año anterior. Este descenso se ha visto exacerbado por las tensiones entre ambos países, incluidas las agresivas tarifas comerciales impuestas por el gobierno estadounidense. Un caso destacado que ha alimentado el miedo a viajar fue la detención de la empresaria canadiense Jasmine Mooney, quien fue arrestada sin justificación y mantenida en condiciones inhumanas durante doce días. Este incidente ha llevado a muchos canadienses a reconsiderar sus viajes a Estados Unidos, con el vicegobernador de Columbia Británica sugiriendo que los ciudadanos deberían optar por hacer turismo en su propio país.
Los turistas de Europa Occidental también han mostrado una tendencia a evitar Estados Unidos, con una caída del 12% en las llegadas en marzo. Las cifras son alarmantes, especialmente entre los visitantes del Reino Unido y Alemania, que han disminuido en un 29%. El Departamento de Comercio estadounidense ha confirmado que el número de visitantes de Francia también ha caído un 12,2% en abril.
A medida que se acerca el verano, se espera que la situación empeore. Goldman Sachs ha advertido que, en el peor de los escenarios, Estados Unidos podría perder hasta 90.000 millones de dólares en ingresos debido a la reducción de visitas y la cancelación de compras de productos estadounidenses. Geoff Freeman ha subrayado la necesidad urgente de desarrollar una estrategia de marketing que mejore la percepción del país y atraiga a los viajeros, especialmente con eventos importantes como el 250 aniversario de la Declaración de Independencia en 2026, la Copa Mundial de la FIFA en 2026 y los Juegos Olímpicos de Verano en 2028.
La ansiedad por la volatilidad económica y las tensiones políticas internacionales sigue siendo un obstáculo para el turismo, pero el sector de lujo parece mantenerse fuerte. A pesar de las dificultades, las agencias de viajes de alta gama continúan prosperando, lo que sugiere que hay un segmento del mercado que sigue buscando experiencias exclusivas y personalizadas, incluso en tiempos de incertidumbre.