La reciente huelga de los tripulantes de cabina de easyJet ha puesto de manifiesto las tensiones laborales en el sector aéreo español. Con un total de 657 trabajadores involucrados, la huelga se ha llevado a cabo en un contexto de creciente descontento por las condiciones salariales y laborales que enfrentan estos empleados. En el primer día de paros, se reportaron 13 vuelos cancelados, sumándose a los 28 vuelos que ya habían sido anulados por la aerolínea en los días previos. Esta situación ha generado un gran impacto en los aeropuertos de Málaga, Barcelona y Palma de Mallorca, donde se concentraron la mayoría de las cancelaciones.
### Demandas de los Trabajadores
El sindicato USO, que representa a los tripulantes de easyJet, ha denunciado que los salarios de estos trabajadores son los más bajos de toda Europa. Según Pier Luigi Copello, secretario general de USO en easyJet, el salario base de los tripulantes españoles es de 14.067 euros anuales, mientras que sus colegas en otros países europeos perciben hasta un 200% más. Esta disparidad salarial ha llevado a los trabajadores a exigir una equiparación con el resto de las bases europeas, argumentando que no buscan privilegios, sino justicia.
Además de la cuestión salarial, el sindicato ha resaltado la precariedad laboral que enfrentan muchos de estos empleados. Aproximadamente el 75% de la plantilla es fija discontinuo, lo que significa que solo trabajan nueve meses al año, con un salario base de 10.500 euros. Esta situación ha llevado a algunos tripulantes a vivir en condiciones extremas, como en caravanas, debido a la imposibilidad de acceder a una vivienda digna en ciudades con un alto costo de vida como Barcelona, Málaga y Palma de Mallorca.
### Presiones y Amenazas Durante la Huelga
La huelga no solo ha estado marcada por las demandas salariales, sino también por las denuncias de presiones ejercidas por la empresa sobre los trabajadores que se encuentran de baja médica. USO ha informado que easyJet ha enviado comunicaciones a su plantilla advirtiendo sobre posibles investigaciones y consecuencias disciplinarias por el uso “fraudulento” de las bajas médicas. Esta medida ha sido considerada por el sindicato como un atentado a la privacidad de los empleados y una violación de la Ley de Protección de Datos.
La empresa ha indicado que los empleados de baja por enfermedad podrían ser requeridos a someterse a un reconocimiento médico, y la negativa a hacerlo podría resultar en la pérdida de prestaciones económicas durante la baja. Esta situación ha generado un clima de temor entre los trabajadores, quienes sienten que sus derechos están siendo vulnerados en un momento ya de por sí complicado.
USO también ha criticado los servicios mínimos impuestos por el Ministerio de Transportes, que han sido considerados abusivos, ya que se establecieron entre el 81% y el 90%. A pesar de las molestias que la huelga pueda ocasionar a los pasajeros, el sindicato ha enfatizado que su intención no es perjudicar a los viajeros, sino luchar por condiciones laborales justas que, a la larga, beneficiarán la calidad del servicio ofrecido por la aerolínea.
La situación actual de easyJet en España refleja un problema más amplio en la industria de la aviación, donde las condiciones laborales y salariales de los trabajadores a menudo quedan relegadas en favor de la rentabilidad empresarial. La huelga de los tripulantes de easyJet es un llamado de atención sobre la necesidad de abordar estas cuestiones de manera urgente y efectiva, no solo para mejorar la vida de los trabajadores, sino también para garantizar un servicio de calidad para los pasajeros.
La respuesta de easyJet ante estas demandas y la evolución de la huelga serán cruciales para determinar el futuro de las relaciones laborales en la aerolínea y en el sector aéreo en general. Los trabajadores han dejado claro que están dispuestos a luchar por sus derechos, y la atención pública sobre este conflicto podría ser un factor determinante en la resolución de sus demandas.