Las negociaciones para establecer un tratado mundial sobre la contaminación por plásticos han culminado sin un acuerdo, dejando a más de 180 países reunidos en Ginebra sin un marco legal vinculante que aborde esta crisis ambiental. Después de diez días de discusiones intensas, los representantes no lograron consensuar un texto que pudiera ser aceptado por todas las partes involucradas. Este fracaso se produce tras una serie de intentos fallidos en encuentros anteriores, lo que ha generado una creciente frustración entre los delegados y expertos en medio ambiente.
La reunión, que se llevó a cabo en la sede de la ONU en Ginebra, se extendió más allá de la fecha límite original del 14 de agosto, pero finalmente terminó sin un acuerdo. Este evento se consideraba crucial, ya que era la última oportunidad para llegar a un consenso después de que las negociaciones anteriores, como la de diciembre en Busan, Corea del Sur, también concluyeran sin éxito. El tratado propuesto tenía como objetivo abordar la crisis global de la contaminación por plásticos, pero las delegaciones no lograron acordar un contenido que fuera aceptable para todos.
Uno de los principales puntos de discordia fue la redacción de un texto que estableciera obligaciones claras para los países en cuanto a la reducción de la producción de plásticos y la implementación de controles globales sobre productos químicos tóxicos. Las delegaciones expresaron su decepción y pidieron que se continuaran los esfuerzos diplomáticos para alcanzar un acuerdo que no desechara los tres años de trabajo que ya se habían invertido en el proceso.
El embajador ecuatoriano Luis Vayas Valdivieso, presidente del órgano negociador, presentó una propuesta que, aunque no recibió el apoyo esperado, fue considerada por algunos como una base para continuar las negociaciones. Sin embargo, el texto revisado aún contenía varios puntos en disputa, lo que reflejaba las diferencias persistentes entre los países. Mientras que la mayoría de las naciones abogaban por un tratado que incluyera medidas de cumplimiento obligatorio, un grupo más reducido, liderado por Arabia Saudita y otros países productores de petróleo, se opuso a esta visión y defendió que los compromisos debían ser voluntarios.
La situación se complica aún más al considerar que la industria petroquímica tiene un interés significativo en mantener el statu quo, priorizando beneficios a corto plazo sobre la salud del planeta. Activistas y expertos han señalado que es crucial que se establezca un tratado firme y jurídicamente vinculante que aborde la producción de plásticos y la contaminación que esta genera. Carmen Morales, investigadora en el Instituto de Investigación Marina, destacó que para abordar la problemática de la contaminación por plásticos, es necesario considerar el ciclo de vida completo del material, desde la extracción de recursos hasta su destino final.
A pesar de los esfuerzos realizados, el borrador presentado por Valdivieso fue considerado débil por muchos países, ya que no abordaba adecuadamente los puntos críticos relacionados con la producción y uso de plásticos. La falta de un acuerdo vinculante podría perpetuar la crisis de contaminación por plásticos, que afecta tanto a los ecosistemas acuáticos como terrestres y representa un riesgo para la salud humana.
Expertos como Ethel Eljarrat, directora del Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua, han expresado su frustración ante la incapacidad de los países para llegar a un consenso después de tantas reuniones. La falta de un acuerdo sólido podría significar que el mundo continúe aumentando la producción de plásticos vírgenes y generando residuos que se dispersan en el medio ambiente.
La situación actual resalta la necesidad urgente de un enfoque global y coordinado para abordar la crisis de la contaminación por plásticos. A medida que se programan nuevas reuniones, la comunidad internacional debe trabajar para establecer un tratado que no solo marque mínimos aceptables, sino que también sea capaz de enfrentar de manera efectiva uno de los mayores desafíos ambientales de nuestro tiempo.