El turismo en España se prepara para una Semana Santa histórica, con proyecciones que indican que el gasto de los turistas internacionales superará los 20.000 millones de euros entre marzo y abril de 2025. Esta cifra representa un aumento del 13% en comparación con el mismo periodo del año anterior, lo que refleja la recuperación y el crecimiento continuo del sector turístico en el país.
Las previsiones, anunciadas por el ministro de Industria y Turismo, Jordi Hereu, se basan en datos del organismo Turespaña, que anticipa la llegada de aproximadamente 15 millones de viajeros internacionales durante estos meses, lo que supone un incremento del 9% respecto al año pasado. Además, se espera que los asientos programados en vuelos internacionales hacia España aumenten en un 10% en comparación con 2024.
Durante su visita al Parador de Sigüenza, que reabrirá sus puertas el 9 de mayo, Hereu destacó la fortaleza del turismo español, a pesar de la incertidumbre que genera la guerra arancelaria que afecta a las principales economías del mundo. Según el ministro, estos datos históricos subrayan el liderazgo de España en el sector turístico, que se fundamenta en un modelo sostenible tanto social como ambientalmente.
Sin embargo, el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, advirtió que la guerra arancelaria podría tener efectos negativos en algunas regiones, como Canarias y Baleares, que podrían experimentar un impacto indirecto. A pesar de estas preocupaciones, el sector turístico parece estar bien posicionado para enfrentar los desafíos.
Las reservas de alojamientos hoteleros también reflejan un optimismo notable. Los principales grupos hoteleros del país anticipan que superarán los resultados de 2024, con altas tasas de ocupación y un aumento en los precios por habitación. Las regiones con mejores perspectivas incluyen Canarias, que representa el 39% de la cuota, y Andalucía, con un 36%, donde el turismo nacional jugará un papel crucial en el impulso de los ingresos.
En términos de ocupación, se prevé que varias comunidades autónomas, como el País Vasco, Andalucía y Cataluña, alcancen tasas superiores al 90%. En el ámbito urbano, ciudades como Madrid, Barcelona y Valencia lideran la demanda de plazas hoteleras. Por otro lado, los alojamientos rurales también esperan mejorar sus cifras en comparación con el año anterior, con reservas que ya alcanzan el 80% de la disponibilidad, según la Asociación Española de Turismo Rural (Asetur).
En el sector de la hostelería, las expectativas son igualmente positivas. La patronal del sector, Hostelera de España, indica que el 32% de los empresarios creen que esta Semana Santa será mejor o mucho mejor que la del año pasado, mientras que alrededor de la mitad espera resultados similares. Entre aquellos que anticipan un mejor desempeño, el 36,4% estima que la facturación aumentará entre un 5% y un 10%, y un 31,2% prevé un incremento de entre un 3% y un 5%.
Sin embargo, se reconoce que la evolución del sector puede variar según la ubicación geográfica, ya que el clima podría favorecer destinos de esquí y nieve. Las fechas de la Semana Santa de este año, que son más tardías que las del año pasado y coinciden con el puente de mayo, marcan el inicio de la temporada alta, un periodo crítico para las contrataciones en el sector.
Se estima que entre marzo y abril se crearán más de 180.000 empleos en el sector, que se mantendrán hasta el final de la temporada de verano. Este crecimiento en el empleo es un indicador positivo de la recuperación del sector turístico y de la economía en general, lo que sugiere que España sigue siendo un destino atractivo para los viajeros internacionales, a pesar de los desafíos globales que enfrenta.