La final de Eurovisión 2025, celebrada en Basilea, Suiza, ha dejado una huella imborrable en la memoria de los eurofans. Con Austria como gran triunfadora, el festival no solo destacó por su música, sino también por la controversia que rodeó la participación de Israel y la actuación de España, que terminó en una decepcionante 24ª posición. La noche estuvo marcada por actuaciones memorables, un mensaje de paz y justicia, y un despliegue visual que dejó a todos boquiabiertos.
### La Victoria de Austria y su Propuesta Innovadora
Austria se alzó con el Micrófono de Cristal gracias a la cautivadora actuación de JJ, quien presentó la canción «Wasted Love». La propuesta, que fusiona elementos de ópera y pop, fue diseñada por el director artístico español Sergio Jaén, conocido por su capacidad para crear espectáculos visuales impactantes. La actuación de JJ, presentada en un elegante blanco y negro, no solo destacó por su calidad vocal, sino también por su originalidad escenográfica, lo que le permitió captar la atención tanto de los jurados como del público.
Con un total de 436 puntos, Austria logró superar a Israel, que había llegado como una de las favoritas. JJ, un joven prodigio de origen filipino, se convirtió en el centro de atención al recibir 258 puntos de los jurados y 178 del televoto. Su interpretación fue descrita como poderosa y emotiva, lo que le permitió conquistar a la audiencia y a los críticos por igual. La victoria de Austria marca su tercer triunfo en la historia del festival, sumándose a los logrados en 1966 y 2014.
### La Controversia de Israel y el Mensaje de RTVE
La participación de Israel en Eurovisión 2025 generó una ola de críticas y controversias, especialmente en el contexto de los recientes acontecimientos en Gaza. A pesar de recibir el apoyo del televoto, Israel no logró alcanzar la victoria, quedando en segundo lugar. La actuación de Yuval Raphael, presentada como una superviviente de los ataques de Hamás, fue recibida con una mezcla de admiración y rechazo, lo que provocó un debate sobre la política y la cultura en el contexto del festival.
RTVE, la cadena pública española, decidió abordar esta controversia de manera directa. Antes de la final, emitió un mensaje pidiendo «paz y justicia para Palestina», lo que generó una respuesta positiva entre algunos sectores, pero también críticas por parte de otros. La UER, organizadora del evento, había amenazado a RTVE con sanciones si se mencionaba la situación en Gaza durante la transmisión, lo que llevó a un debate sobre la libertad de expresión en un evento que, tradicionalmente, ha sido un escaparate de diversidad cultural y política.
La actuación de España, liderada por Melody con «Esa Diva», no logró resonar con el público europeo, finalizando en una decepcionante 24ª posición. A pesar de su potente voz y una actuación visualmente atractiva, la propuesta no logró captar el apoyo necesario para mejorar su posición en la tabla. Este resultado se suma a una serie de actuaciones poco exitosas para España en los últimos años, lo que ha llevado a un análisis más profundo sobre la estrategia de selección y presentación de los artistas en el festival.
### Un Espectáculo Visual y Musical
La final de Eurovisión 2025 no solo se centró en la competencia entre los países, sino que también ofreció un espectáculo visual impresionante. Desde el inicio, con un sketch humorístico protagonizado por las presentadoras, hasta el desfile de banderas y las actuaciones de los 26 participantes, la gala estuvo llena de momentos memorables. La apertura a cargo de Nemo, ganador del año anterior, y la participación de otros artistas destacados, como Céline Dion, aunque esta última no se materializó en una actuación en vivo, mantuvieron el interés del público.
Las actuaciones de otros países también fueron dignas de mención. Suecia, que partía como favorita, terminó en un cuarto puesto, mientras que Estonia sorprendió al público con su propuesta cómica, logrando un segundo lugar en el televoto. La diversidad de estilos y géneros musicales presentados en la final reflejó la riqueza cultural de Europa, haciendo de Eurovisión un evento único y emocionante.
La noche culminó con una gran traca final, donde se mezclaron actuaciones potentes y emotivas, dejando a los espectadores con ganas de más. A pesar de las controversias y los resultados inesperados, Eurovisión 2025 se consolidó como un evento que no solo celebra la música, sino también la diversidad y la capacidad de unir a las personas a través de la cultura.