El absentismo laboral en España ha alcanzado niveles alarmantes, generando un impacto significativo tanto en las empresas como en la economía nacional. En 2025, se estima que las empresas asumirán un coste de 16.000 millones de euros por las bajas laborales, lo que representa un aumento considerable en comparación con años anteriores. Esta situación ha llevado al Ministerio de Seguridad Social a buscar la colaboración de la OCDE para abordar el problema y proponer soluciones efectivas.
El incremento del absentismo ha sido notable desde la pandemia, y las estadísticas indican que el coste total del absentismo en España podría alcanzar los 33.000 millones de euros este año, un 12,6% más que en 2024. Este aumento ha generado preocupación entre las empresas, que se ven obligadas a cubrir los gastos relacionados con las bajas laborales, incluyendo la prestación económica y las cotizaciones a la Seguridad Social.
En este contexto, la OCDE ha iniciado una ronda de consultas en España para analizar la situación del absentismo y su impacto en la economía. Los técnicos de la organización se han reunido con representantes de diversos ministerios, organizaciones empresariales y sindicatos para obtener una visión integral del problema. El objetivo es elaborar un informe que contenga recomendaciones para mejorar el sistema de incapacidad temporal en el país.
Uno de los puntos clave discutidos en estas reuniones ha sido la propuesta de reincorporación gradual al trabajo para aquellos empleados que han estado de baja durante más de 180 días. Esta medida permitiría a los trabajadores regresar a sus puestos de manera progresiva, trabajando el 50% de su jornada habitual y recibiendo una parte proporcional de su salario. Sin embargo, esta propuesta ha generado dudas entre las empresas y las mutuas, que argumentan que no tiene sentido implementar un retorno gradual si el trabajador ya cuenta con el alta médica.
Las organizaciones empresariales han expresado su preocupación por el impacto del absentismo en la competitividad del tejido productivo. Actualmente, se estima que 1,7 millones de empleados no asisten a su trabajo cada día, lo que plantea un desafío organizativo considerable para las empresas. Además, las mutuas han señalado que el aumento del absentismo no solo se debe a factores económicos, sino también a la saturación de los servicios de salud y el envejecimiento de la población trabajadora.
Por otro lado, los sindicatos han defendido que no existe un fraude masivo en los procesos de baja laboral y han señalado que ya existen mecanismos de control para las empresas. Estos mecanismos permiten a los empleadores verificar el estado de salud de los trabajadores que justifican sus ausencias, lo que podría ayudar a mitigar el problema del absentismo.
El estudio de la OCDE se enmarca dentro de un Instrumento de Apoyo Técnico, que busca proporcionar asistencia a los Estados miembros para implementar reformas estructurales. Aunque las recomendaciones que surjan de este estudio no serán vinculantes, se espera que sirvan como guía para mejorar la situación del absentismo en España.
Las empresas y las mutuas han propuesto que estas organizaciones puedan gestionar el proceso completo de la baja laboral, desde el diagnóstico hasta la prescripción del alta del trabajador. Esta medida podría facilitar una gestión más eficiente de las bajas y contribuir a reducir el coste económico asociado al absentismo.
En resumen, la colaboración entre el Gobierno, las empresas, las mutuas y la OCDE es fundamental para abordar el creciente problema del absentismo en España. La búsqueda de soluciones efectivas es urgente, dado el impacto que este fenómeno tiene en la economía y en la competitividad de las empresas. Las medidas propuestas y el análisis comparativo con otros países de la UE y la OCDE serán cruciales para desarrollar un sistema de incapacidad temporal más eficiente y sostenible en el futuro.