La pasión del Rey Felipe VI por los deportes de invierno es bien conocida, y recientemente tuvo la oportunidad de disfrutar de una escapada a la estación de esquí de Formigal, en el Pirineo aragonés. Acompañado de amigos, el monarca se alejó de su agenda real para disfrutar de las pistas y de la gastronomía local, una combinación que ha marcado sus visitas a lo largo de los años. Esta tradición familiar, que comenzó con sus padres, el Rey Juan Carlos y la Reina Sofía, se ha mantenido viva, y cada visita a las estaciones de esquí se convierte en una experiencia memorable.
Durante su estancia en Formigal, el Rey no solo se dedicó a esquiar, sino que también se deleitó con una cena en el exclusivo restaurante Las Mugas, situado a 1.800 metros de altitud. Este establecimiento, que colabora con La Era de Los Nogales, un restaurante galardonado con una estrella Michelin dirigido por el chef Toño Rodríguez, ofrece un menú degustación que resalta los sabores del valle del Tena, utilizando productos locales de alta calidad. Entre los platos destacados se encuentran guisantes con salsa verde y raya, callos de bacalao, medallón de ternera de Barós, vieira con manzana y caldo agridulce, y merluza con salsa de mantequilla y pil pil. Para los amantes de los postres, el menú incluye creaciones como pan de sazón con aceite de Ecostean y chocolate, así como un bombón cítrico acompañado de kombucha casera.
El atractivo de Las Mugas no se limita a su oferta gastronómica. Rodeado de un entorno natural impresionante, el restaurante ofrece una experiencia completa que incluye alojamientos en iglús, permitiendo a los huéspedes disfrutar de vistas espectaculares del cielo estrellado y del paisaje nevado. Esta experiencia integral, que también incluye excursiones y forfait, tiene un precio que comienza en 288 euros por noche, lo que la convierte en una opción atractiva para quienes buscan una escapada de lujo en la montaña.
La afición del Rey Felipe VI por el esquí y la gastronomía local se ha hecho evidente en sus visitas anteriores a otras estaciones de esquí. En febrero, por ejemplo, el monarca estuvo en Baqueira-Beret, donde también participó en actividades gastronómicas de alto nivel. En esta ocasión, disfrutó de una cena en el Moët Winter Lounge, un bar y restaurante exclusivo que se encuentra a la misma altitud que Las Mugas. Este lugar es conocido por ofrecer cenas privadas con menús cerrados que incluyen maridajes con champagne Moët & Chandon, lo que añade un toque de lujo a la experiencia.
La combinación de esquí y gastronomía ha sido un elemento clave en la oferta turística de las estaciones de esquí españolas, y el Rey ha sabido aprovechar al máximo estas oportunidades. Cada visita no solo le permite disfrutar de su deporte favorito, sino que también le brinda la oportunidad de explorar y saborear la rica gastronomía de la región. La atención al detalle en la preparación de los platos y la calidad de los ingredientes son aspectos que el Rey valora, y que se reflejan en su elección de restaurantes durante sus escapadas.
En resumen, la reciente escapada del Rey Felipe VI a Formigal no solo ha sido una oportunidad para disfrutar de la nieve y el esquí, sino también para deleitarse con la exquisita gastronomía local. Este enfoque en la experiencia integral de esquí y gastronomía resalta la importancia de la cultura culinaria en el turismo de montaña, y cómo figuras como el Rey pueden contribuir a promover y valorar estas tradiciones. La combinación de un entorno natural impresionante, una oferta gastronómica de alta calidad y la pasión por el esquí hacen de estas escapadas una experiencia única y memorable.