El índice Ibex 35 ha enfrentado una jornada marcada por la incertidumbre, influenciado por tensiones geopolíticas y comerciales que han impactado la renta variable a nivel global. En este contexto, el índice español ha encontrado apoyo en la energía, específicamente en Repsol, mientras que Bankinter ha sido penalizado por sus resultados financieros recientes.
La situación actual en los mercados se ha visto afectada por la inminente publicación del Índice de Precios al Consumidor (IPC) de Estados Unidos, un dato que se espera con gran expectación debido a la falta de información macroeconómica reciente, provocada por el cierre de la administración estadounidense. Las proyecciones apuntan a un aumento de la inflación hasta el 3,1%, lo que podría influir en las decisiones de la Reserva Federal respecto a futuras reducciones de tipos de interés.
En el ámbito del petróleo, el barril de Brent ha experimentado un rebote significativo, subiendo hasta un 4% y alcanzando casi los 65 dólares. Este aumento se debe a las nuevas sanciones impuestas por Estados Unidos al petróleo ruso y la cancelación de la reunión entre los líderes de Estados Unidos y Rusia sobre Ucrania. Estas tensiones han reactivado las preocupaciones inflacionistas, lo que ha llevado a los inversores a ajustar sus carteras en respuesta a la volatilidad del mercado.
En el caso del Ibex 35, el índice ha mostrado una tendencia a mantenerse cerca de los 15.800 puntos, aunque ha sido afectado por la caída de Bankinter, que reportó un beneficio de 812 millones de euros, un 11% más que el año anterior. Sin embargo, la entidad ha visto un descenso del 3,5% en su margen de intereses, lo que ha llevado a los inversores a recoger beneficios y ha impactado negativamente en otras entidades bancarias como CaixaBank y Sabadell.
A pesar de la presión sobre Bankinter, Repsol ha sido un pilar de apoyo para el Ibex, beneficiándose del aumento en los precios del petróleo. La compañía energética ha destacado en el índice, ayudando a mitigar las pérdidas provocadas por el sector bancario. Además, otras empresas relacionadas con materias primas, como Acerinox y ArcelorMittal, también han mostrado avances en sus acciones, impulsadas por el repunte en los precios del crudo.
En el panorama europeo, los índices han mantenido una tendencia estable, con movimientos limitados mientras los inversores esperan el IPC de Estados Unidos. El Dax alemán y el índice paneuropeo Stoxx 600 han mostrado poca variación, con el primero intentando consolidar su posición por encima de los 24.000 puntos. En el sector del lujo, las acciones de Kering han recuperado terreno, mientras que Nokia ha visto un aumento cercano al 10% tras la publicación de sus resultados.
Por otro lado, el sector tecnológico ha tenido un desempeño mixto, con SAP y BESI cotizando al alza, mientras que STMicroelectronics ha sido penalizada por sus previsiones de negocio. La creciente hostilidad entre Estados Unidos y Rusia ha beneficiado a las empresas del sector de defensa, que han visto un aumento en sus valores debido a la escalada de tensiones.
En cuanto a la deuda, el mercado ha experimentado una caída en los intereses, con el bono estadounidense a diez años manteniéndose por debajo del 4%. En Europa, el bund alemán se sitúa en torno al 2,55%, mientras que el bono español a diez años ronda el 3,10%. Esta estabilidad en los mercados de deuda ha proporcionado un soporte adicional a la renta variable, aunque se espera que el IPC de Estados Unidos pueda provocar movimientos significativos en los próximos días.
En el mercado de divisas, el euro se mantiene cerca del umbral de 1,16 dólares, mientras que la libra británica se encuentra estancada en 1,33 dólares. El oro, que había sufrido una caída significativa, ha recuperado parte de su estabilidad, cotizando cerca de los 4.100 dólares la onza. Por su parte, el bitcoin ha mostrado un leve rebote, intentando recuperar el nivel de 110.000 dólares.
La jornada ha sido, por tanto, un reflejo de las tensiones globales y su impacto en los mercados financieros, donde el Ibex 35 ha tenido que lidiar con la presión de los resultados bancarios y las fluctuaciones en el precio del petróleo, mientras se prepara para la publicación de datos económicos cruciales que podrían definir su rumbo en el corto plazo.
