La reciente comparecencia del presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, junto a la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, ha marcado un hito en la política exterior de España. En medio de un clima de creciente tensión internacional y presiones internas, el Gobierno ha decidido impulsar la tramitación de una ley que permitirá la incorporación del embargo de armas a la legislación española, específicamente dirigido a Israel. Este movimiento se produce en un contexto donde la situación en Gaza ha suscitado un amplio debate sobre la responsabilidad de los países en la venta de armamento a naciones en conflicto.
La ley, que había sido inicialmente registrada por los partidos Sumar y ERC, ahora será promovida por el grupo parlamentario socialista en colaboración con sus socios de coalición. La intención es acelerar su aprobación para el mes de septiembre, lo que refleja la urgencia del Gobierno por responder a las demandas de sus aliados y a la presión social que exige una postura más firme ante la crisis humanitaria en Gaza. La tramitación de esta norma se solicitará con carácter de urgencia, un paso que algunos de los socios del arco progresista ya habían anticipado.
### Compromiso del Gobierno con la Paz en Gaza
El compromiso del Gobierno español con la paz y la defensa de Gaza ha sido reiterado en múltiples ocasiones. Fuentes del Ejecutivo han destacado que España ha incrementado su apoyo financiero a la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina (UNRWA) y ha reconocido oficialmente al Estado Palestino. Además, el Gobierno ha respaldado las causas abiertas ante la Corte Penal Internacional y la Corte Internacional de Justicia contra el primer ministro israelí, Binyamín Netanyahu, y ha promovido resoluciones en Naciones Unidas que exigen un alto al fuego permanente y sin condiciones.
Durante su intervención en el Congreso, Sánchez no dudó en calificar las acciones de Israel como un «genocidio», afirmando que el desastre humanitario en Gaza será recordado como uno de los episodios más oscuros del siglo XXI. Esta declaración ha generado un amplio eco tanto en el ámbito nacional como internacional, y ha puesto de manifiesto la postura crítica del Gobierno español hacia las políticas israelíes en el conflicto palestino.
El presidente del Gobierno también ha instado a la Unión Europea a romper el acuerdo de asociación con Israel, una propuesta que será debatida en una próxima reunión de ministros de Exteriores en Bruselas. En caso de que no se logre este objetivo, desde Sumar se ha planteado la posibilidad de que España rompa relaciones de forma unilateral con Israel, lo que podría tener repercusiones significativas en la política exterior del país.
### La Presión Interna y los Pactos de Gobierno
La presión interna sobre el Gobierno para que actúe de manera decidida en este contexto no es nueva. Los socios de coalición, especialmente Sumar, han expresado su descontento con la falta de avances en la agenda progresista y han exigido un giro en la política del Gobierno para mantener su apoyo. La reciente revelación de un escándalo relacionado con la corrupción en el PSOE ha intensificado esta presión, llevando al Ejecutivo a acelerar la tramitación de varios compromisos pendientes.
Además del embargo de armas, el Gobierno está negociando con Sumar la ampliación de los permisos de cuidados retribuidos y la reducción de la jornada laboral, dos temas que son prioritarios para la formación liderada por Yolanda Díaz. La amenaza de ruptura de la coalición ha llevado a Sánchez a priorizar estos asuntos, buscando así mantener la estabilidad del Gobierno en un momento crítico.
Este lunes, se llevará a cabo una comisión bilateral entre el Estado y la Generalitat de Cataluña para sentar las bases de una financiación singular pactada con ERC. Asimismo, Sánchez se reunirá con el Lehendakari del PNV para avanzar en las transferencias pendientes del Estatuto de Gernika, lo que demuestra la intención del Gobierno de cumplir con sus compromisos y mantener la cohesión en su coalición.
La situación actual plantea un escenario complejo para el Gobierno español, que debe equilibrar las demandas internas con las presiones externas. La tramitación de la ley de embargo de armas a Israel es solo una parte de un rompecabezas más amplio que incluye la gestión de relaciones internacionales y la estabilidad política interna. A medida que se acercan las fechas clave para la aprobación de esta norma, la atención estará centrada en cómo el Gobierno maneja estas dinámicas y qué impacto tendrá en la política exterior de España en el futuro cercano.