El Gobierno de España ha logrado convalidar un plan de financiación empresarial por un total de 14.000 millones de euros, diseñado para mitigar los efectos de la guerra comercial iniciada por Donald Trump. Este plan ha sido aprobado en el Congreso de los Diputados, a pesar de la oposición del Partido Popular (PP) y Vox, gracias a la abstención de Podemos y a acuerdos alcanzados con Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) y Junts.
El ministro de Economía, Carlos Cuerpo, ha sido el encargado de defender este Real Decreto-ley, que se considera una respuesta urgente a la amenaza arancelaria. La convalidación se produjo con 176 votos a favor, 169 en contra y cuatro abstenciones. Cuerpo ha destacado la importancia de este paquete como un primer paso necesario para enfrentar los desafíos que plantea la política comercial de Estados Unidos.
El acuerdo con ERC ha sido crucial, ya que se ha pactado que las futuras ayudas públicas directas a empresas estarán condicionadas al mantenimiento del empleo. Esta medida busca asegurar que los recursos públicos se utilicen para preservar la actividad y el empleo en sectores estratégicos, especialmente aquellos más afectados por los aranceles.
Además, el Gobierno se ha comprometido a realizar evaluaciones periódicas sobre el empleo, las exportaciones y la producción de los sectores más impactados por la guerra comercial. Esto permitirá implementar medidas de apoyo adicionales si es necesario, incluyendo la activación de un nuevo mecanismo similar a los antiguos ERTE, conocido como Mecanismo RED.
Por otro lado, el portavoz de Junts, Josep Maria Cruset, ha señalado que su apoyo al decreto estaba condicionado a que se prestara especial atención a Cataluña, dado que es una de las comunidades autónomas más afectadas por las exportaciones a Estados Unidos. Este compromiso se ha materializado en la inclusión de criterios de reparto que priorizan a las regiones más impactadas por los aranceles.
El ministro Cuerpo ha instado a todos los grupos políticos a seguir colaborando en el desarrollo de futuras medidas de apoyo a empresas y trabajadores, enfatizando la necesidad de un enfoque conjunto ante un entorno económico tan dinámico y cambiante. A pesar de las diferencias políticas, el Gobierno busca construir un consenso que permita enfrentar los retos que plantea la política comercial de la Casa Blanca.
Este plan de financiación empresarial es parte de una estrategia más amplia del Gobierno para proteger la economía española de las repercusiones de la guerra comercial y asegurar la estabilidad del empleo en sectores clave. La respuesta rápida y coordinada del Ejecutivo se presenta como un modelo a seguir en la gestión de crisis económicas, donde la colaboración entre diferentes fuerzas políticas puede resultar fundamental para alcanzar soluciones efectivas.