En el contexto actual, el sector del gran consumo se enfrenta a una serie de desafíos y oportunidades que marcan su rumbo. Con un congreso reciente que reunió a fabricantes y distribuidores, se han discutido temas cruciales que afectan a un sector que representa el 25% del PIB nacional y emplea a más de 4,5 millones de personas. La incertidumbre geopolítica, los cambios en los hábitos de consumo y la presión regulatoria son solo algunos de los factores que influyen en este panorama. A continuación, se analizan las principales tendencias y desafíos que enfrenta el gran consumo en la actualidad.
### La Resiliencia del Sector ante la Inflación y la Incertidumbre
El año en curso ha sido testigo de una serie de crisis inesperadas, desde el apagón energético hasta la incertidumbre en torno a los aranceles. Sin embargo, a pesar de estos desafíos, el sector del gran consumo ha mostrado una notable resiliencia. Según José María Bonmatí, director general de Aecoc, la valoración del año es positiva, con un crecimiento de volúmenes estimado entre el 3% y el 4%. Este crecimiento se atribuye a varios factores, como el aumento de la población y la recuperación del turismo, que ha crecido un 5,6% en visitas.
A pesar de estas cifras alentadoras, persisten sombras que afectan la confianza del consumidor. La renta disponible, el acceso a la vivienda y los salarios de entrada generan asimetrías en el consumo. Aunque la inflación se ha moderado, con cifras entre el 2% y el 3%, el nivel de confianza de los consumidores sigue siendo bajo, lo que impacta en sus decisiones de compra. La recuperación de márgenes en las cadenas de suministro es otro aspecto a considerar, ya que las empresas buscan alcanzar márgenes más sostenibles que les permitan realizar inversiones necesarias para su crecimiento.
### Cambios en el Comportamiento del Consumidor
El consumidor actual ha evolucionado significativamente en respuesta a la pandemia y la crisis inflacionaria. Hoy en día, valora más las experiencias y la socialización, lo que se traduce en un cambio en sus hábitos de compra. Los consumidores tienden a ahorrar en categorías donde pueden, para luego gastar en experiencias que consideran más satisfactorias. Este comportamiento dual refleja una nueva realidad en la que los consumidores son más selectivos y buscan maximizar el valor de su dinero.
Además, la diversidad de la oferta y los formatos comerciales disponibles en el mercado han llevado a los consumidores a fragmentar sus compras entre diferentes cadenas y tipos de establecimientos. Esta tendencia se ve reforzada por el aumento de hogares más pequeños y la creciente popularidad de los servicios de entrega a domicilio. Las cadenas de distribución están adaptando sus estrategias para atraer a este nuevo perfil de consumidor, priorizando la experiencia de compra y la conveniencia.
### La Competencia entre Marcas de Fabricante y Marcas de Distribución
La competencia entre marcas de fabricante y marcas de distribución ha cobrado una nueva dimensión en el contexto actual. Durante los últimos años, las marcas de distribución han ganado terreno, especialmente en momentos de alta presión inflacionaria, donde el precio ha sido un factor determinante. Sin embargo, el mercado ya no se mueve únicamente por el precio. Las cadenas de distribución están invirtiendo en sus propias marcas, ofreciendo productos exclusivos que destacan por su calidad, innovación y sostenibilidad.
Por otro lado, las marcas de fabricante también se enfrentan a un entorno más complejo. La atención del consumidor está fragmentada, y las marcas deben conectar con los compradores a través de valores y propósitos claros. En este sentido, la confianza y la afinidad son tan importantes como el precio o la calidad del producto. La pluralidad de opciones en el mercado enriquece la experiencia del consumidor, permitiéndole elegir productos que se alineen con sus necesidades y valores.
### Desafíos Regulatorios y Sostenibilidad
Uno de los problemas persistentes en el sector del gran consumo es la presión regulatoria. Las pequeñas y medianas empresas, en particular, enfrentan dificultades para adaptarse a un marco normativo en constante cambio. La Comisión Europea ha comenzado a reconocer la necesidad de corregir esta situación, ya que muchas empresas se ven abrumadas por la cantidad de normas y requisitos de reporting.
En el ámbito de la sostenibilidad, el sector enfrenta retos significativos, especialmente en lo que respecta a la gestión de envases y la economía circular. La responsabilidad ampliada del producto implica que las empresas no solo deben gestionar sus envases, sino también hacerse cargo de los residuos que generan. Este cambio de paradigma requiere una adaptación logística y económica considerable, especialmente en sectores como el de bebidas, donde la recuperación de envases es un desafío logístico importante.
### La Búsqueda de Talento en el Sector
El sector del gran consumo también se enfrenta a un desafío crítico en términos de talento. La dificultad para atraer y retener profesionales en todos los niveles es un problema creciente, exacerbado por el envejecimiento de la población y la jubilación de trabajadores experimentados. La tasa de actividad en el sector está por debajo de la media europea, lo que subraya la necesidad de maximizar la participación laboral.
Además, el alto nivel de absentismo laboral representa un desafío adicional, obligando a las empresas a sobredimensionar sus plantillas o reducir horarios. Para abordar estos problemas, Aecoc ha incorporado la atracción y retención de talento como un eje estratégico, reconociendo que el futuro del sector depende de su capacidad para aprovechar y desarrollar el talento disponible.
### Innovación y Adaptación en el Gran Consumo
La innovación se ha convertido en un pilar fundamental para la adaptación del sector del gran consumo. Las empresas están invirtiendo en tecnología y logística para mejorar la eficiencia y la experiencia del cliente. La omnicanalidad se ha vuelto esencial, permitiendo a las cadenas ofrecer una experiencia de compra fluida entre los canales online y físicos. Esto es especialmente relevante en el sector de la alimentación, donde la fidelización del cliente a través de compras online se ha vuelto cada vez más común.
En resumen, el sector del gran consumo se encuentra en un momento de transformación. A medida que enfrenta desafíos significativos, también tiene la oportunidad de adaptarse y evolucionar en un entorno cambiante. La clave para el éxito radica en la capacidad de las empresas para innovar, comprender las necesidades de los consumidores y navegar por un paisaje regulatorio complejo, todo mientras se esfuerzan por ser sostenibles y responsables socialmente.