La reciente tendencia a la baja del euríbor ha sorprendido a muchos, especialmente después de un periodo de aparente estabilidad. En abril de 2025, el índice de referencia para las hipotecas variables cerró en un 2,143%, marcando su nivel más bajo desde agosto de 2022. Este descenso no solo es significativo por su valor actual, sino también porque representa la mayor caída interanual en los últimos 16 años, con una reducción de 1,555 puntos porcentuales en comparación con abril de 2024, cuando se situaba en un 3,703%.
Simone Colombelli, director de Hipotecas de un conocido comparador y asesor hipotecario, ha señalado que esta caída se debe en gran medida a la reciente decisión del Banco Central Europeo (BCE) de reducir los tipos de interés oficiales a un 2,25%. Esta medida, anunciada el 17 de abril, ha sido el principal motor detrás del desplome del euríbor, que ha registrado valores diarios por debajo del 2,1% en varias ocasiones durante el mes. El mínimo histórico se alcanzó el 23 de abril, con un 2,022%.
La proximidad entre los tipos de interés del BCE y el euríbor es notable, ya que actualmente solo hay una diferencia de poco más de una décima. Esto plantea interrogantes sobre el futuro de las hipotecas en los próximos meses. La próxima reunión del BCE, programada para el 5 de junio, será crucial. Según Colombelli, hay dos escenarios posibles: una nueva reducción de 25 puntos básicos, llevando el tipo a un 2%, o mantener los tipos actuales. Sin embargo, la opción de una nueva reducción parece ser la más probable, lo que podría llevar al euríbor a caer por debajo del 2% durante el verano.
Este descenso en el euríbor tendría un impacto directo en las hipotecas, especialmente en las de tipo variable. Con el índice en el 2,143%, aquellos hipotecados que deban revisar su cuota anual verán una reducción significativa en sus pagos mensuales. Por ejemplo, un préstamo de 150,000 euros a 30 años con un diferencial del 0,99% podría ver una disminución de hasta 130,94 euros al mes, pasando de 777,33 euros a 646,39 euros. Esto se traduce en un ahorro anual de 1,571,25 euros. Para hipotecas más grandes, como una de 300,000 euros, el ahorro mensual podría ascender a 261,88 euros, lo que representa un ahorro anual de 3,142,51 euros.
La situación actual del mercado hipotecario es de calma y estabilidad, lo que es positivo para los consumidores. Aunque se espera que el euríbor continúe su tendencia a la baja, también se anticipa que las entidades financieras puedan ajustar sus ofertas, lo que podría beneficiar aún más a los hipotecados. La posibilidad de ver hipotecas fijas por debajo del 2% TIN se vuelve más realista, lo que podría atraer a más personas a optar por este tipo de productos.
A medida que el BCE toma decisiones que afectan directamente a los tipos de interés, los hipotecados deben estar atentos a los cambios en el euríbor y cómo estos impactan sus finanzas. La combinación de un euríbor en descenso y tipos de interés más bajos podría significar un respiro para muchos, especialmente aquellos que han estado lidiando con cuotas elevadas en sus hipotecas.
En resumen, el panorama hipotecario está experimentando cambios significativos gracias a la caída del euríbor y las decisiones del BCE. Los consumidores deben mantenerse informados y considerar cómo estas fluctuaciones pueden afectar sus decisiones financieras a corto y largo plazo. La tendencia actual sugiere un futuro más favorable para aquellos que buscan financiamiento a través de hipotecas variables, lo que podría cambiar la dinámica del mercado en los próximos meses.