La reciente elección de Jordi de la Fuente como nuevo líder del sindicato Solidaridad, vinculado a Vox, ha puesto de manifiesto un dilema significativo en la política económica del partido. En su primer mes en el cargo, De la Fuente ha hecho declaraciones que han generado controversia, especialmente en relación con los aranceles impuestos por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump. Este artículo explora las implicaciones de estas declaraciones y el contexto en el que se desarrollan.
### La Alabanza a Trump y sus Aranceles
El 3 de abril de 2025, durante un desayuno con periodistas, Jordi de la Fuente elogió la política arancelaria de Trump, calificándola de «brillante» y afirmando que era necesario que España y Europa adoptaran medidas similares para proteger a sus trabajadores y su industria. Este comentario se produce en un momento crítico, ya que los aranceles del 20% a productos europeos, incluidos el aceite de oliva y el vino, amenazan a sectores clave de la economía española.
De la Fuente, quien también es concejal de Vox en la Diputación de Barcelona, argumentó que las medidas proteccionistas son esenciales para contrarrestar la competencia desleal de productos importados de países con estándares laborales inferiores. En sus palabras, «dejamos entrar productos birriosos, hechos con mano de obra esclava, que tiran los precios por el suelo». Sin embargo, esta postura ha sido rápidamente matizada por Vox, que ha intentado distanciarse de cualquier apoyo a los aranceles que puedan perjudicar a la economía española.
La reacción de Vox no se hizo esperar. En un intento por controlar el daño, el partido envió un argumentario a sus miembros, indicando que estaban en contra de los aranceles de Trump. A pesar de esto, el sindicato Solidaridad continuó defendiendo su postura, afirmando que su objetivo es proteger a la industria y a los trabajadores españoles. Esta contradicción ha generado confusión y críticas tanto dentro como fuera del partido.
### La Estrategia de Comunicación de Vox
La situación se complica aún más cuando se considera la estrategia de comunicación de Vox. A medida que las críticas aumentaban, el partido comenzó a desviar la atención de los aranceles hacia otros temas, como las políticas de la Unión Europea y la Agenda 2030. En lugar de abordar directamente las implicaciones de los aranceles, Vox ha optado por centrar su discurso en lo que consideran problemas más relevantes para sus votantes, como la ocupación de viviendas y la presión fiscal.
Santiago Abascal, líder de Vox, ha insistido en que el verdadero problema no son los aranceles, sino la «casta corrupta» de los políticos españoles y europeos. En un mitin reciente, Abascal afirmó que los debates sobre aranceles son irrelevantes para la población, que está más preocupada por cuestiones cotidianas como la ocupación de viviendas. Esta estrategia parece diseñada para minimizar el impacto negativo que los aranceles podrían tener en la percepción pública del partido, al tiempo que se mantiene una imagen de defensa de los intereses nacionales.
Sin embargo, la ambigüedad en la postura de Vox sobre los aranceles podría tener consecuencias a largo plazo. La falta de una posición clara podría alienar a votantes clave, especialmente en sectores que se verían directamente afectados por las políticas comerciales de Trump. La contradicción entre alabar a Trump y reconocer que sus políticas perjudican a la economía española es un equilibrio difícil de mantener.
### Impacto en el Sector Agrario y la Industria
El sector agrario español, que incluye productos emblemáticos como el aceite de oliva y el vino, se encuentra en una posición vulnerable ante la nueva política arancelaria de Estados Unidos. Las estimaciones indican que las pérdidas podrían ascender a cientos de millones de euros si los aranceles se mantienen. Esta situación plantea un desafío significativo para Vox, que ha construido su imagen en torno a la defensa de la industria nacional y la protección de los trabajadores.
La respuesta del sindicato Solidaridad y de Vox en general a esta crisis económica será crucial. Si bien intentan mantener una imagen de firmeza y defensa de los intereses nacionales, la realidad económica podría obligarles a reconsiderar su enfoque. La presión de los sectores agrarios y la industria podría forzar a Vox a adoptar una postura más coherente y menos contradictoria en relación con los aranceles.
En resumen, el dilema que enfrenta Vox en relación con los aranceles impuestos por Trump es un reflejo de las tensiones internas del partido y de su estrategia de comunicación. La necesidad de equilibrar el apoyo a políticas que podrían perjudicar a la economía española con la imagen de un partido que defiende los intereses nacionales es un reto que podría tener repercusiones significativas en el futuro político y económico de España.