La situación del alquiler en Sevilla se ha vuelto cada vez más complicada para los inquilinos, quienes enfrentan un aumento significativo en los precios de las habitaciones. Según un reciente estudio sobre la relación entre salarios y viviendas compartidas, el costo medio de alquilar una habitación en la ciudad ha alcanzado los 445 euros mensuales, lo que representa un 20% del salario de los arrendatarios. Este incremento de cuatro puntos porcentuales respecto al año anterior refleja una tendencia preocupante en el mercado inmobiliario local.
### La Realidad del Alquiler en Andalucía
En el contexto andaluz, Sevilla no es la única provincia que experimenta un aumento en los precios de alquiler. Málaga lidera la lista con un costo medio de 507 euros al mes, lo que implica que los inquilinos destinan un 21% de su salario a este gasto. Por otro lado, provincias como Jaén presentan cifras más accesibles, con un alquiler medio de 264 euros, lo que representa solo un 10% del salario. Córdoba y Huelva siguen de cerca a Jaén, con precios de 267 y 271 euros, respectivamente.
El panorama en Andalucía es alarmante, ya que el precio de una habitación en alquiler ha aumentado un 21% en 2024, alcanzando un promedio de 391 euros al mes en diciembre. Esto significa que los andaluces deben destinar un 17% de su salario bruto al alquiler, lo que ha aumentado ocho puntos en los últimos cinco años. María Matos, directora de Estudios de Fotocasa, ha señalado que compartir piso se ha convertido en la única alternativa viable para aquellos que desean mantenerse por debajo del umbral del 30% de esfuerzo recomendado por organismos como el Banco de España y la OCDE.
La media de edad de quienes comparten vivienda ha superado los 30 años, lo que indica un cambio en las dinámicas de vivienda y la necesidad de adaptarse a un mercado cada vez más competitivo. Mónica Pérez, directora de comunicación de InfoJobs, ha añadido que, a pesar de la recuperación del poder adquisitivo, las condiciones de acceso a la vivienda no han mejorado, y los salarios no están creciendo al mismo ritmo que los precios del alquiler.
### Comparativa entre Comunidades Autónomas
El informe revela que en 13 de las 17 comunidades autónomas analizadas, el dinero destinado al alquiler de habitaciones ha aumentado. Solo en Navarra y Aragón se ha observado una disminución en este porcentaje. Cataluña se destaca como una de las comunidades donde los inquilinos destinan la mayor parte de su sueldo al alquiler, pasando del 27% en 2023 al 28% en 2024. En diciembre de 2024, el precio medio de una habitación en Cataluña fue de 636 euros al mes, lo que representa un 28% del salario bruto.
El estudio también clasifica las comunidades autónomas según el porcentaje de salario destinado al alquiler de habitaciones. Cataluña ocupa el primer lugar con un 28%, seguida de Baleares y Madrid, ambas con un 25%. El País Vasco se sitúa en un 24%, mientras que Canarias y la Comunidad Valenciana tienen un 22% y un 20%, respectivamente. Andalucía, con un 17%, se encuentra en una posición intermedia, mientras que otras comunidades como Extremadura y Castilla-La Mancha presentan porcentajes más bajos, del 12% y 13% respectivamente.
Este aumento en los precios del alquiler y la presión sobre los salarios han llevado a muchos a cuestionar la sostenibilidad del mercado de la vivienda en España. La situación es especialmente crítica en ciudades grandes y turísticas, donde la demanda supera con creces la oferta, lo que a su vez impulsa los precios hacia arriba.
La Junta de Andalucía ha tomado medidas para abordar esta problemática, como la decisión de dejar de custodiar las fianzas de alquileres y devolver 450 millones a los propietarios. Sin embargo, muchos inquilinos siguen sintiendo la presión de un mercado que parece no dar tregua.
En resumen, el alquiler de habitaciones en Sevilla y en toda Andalucía se ha convertido en un desafío significativo para los inquilinos, quienes deben lidiar con precios en constante aumento y salarios que no crecen al mismo ritmo. La necesidad de encontrar soluciones efectivas para garantizar el acceso a la vivienda se vuelve cada vez más urgente en un contexto donde compartir piso se ha convertido en la única opción viable para muchos.