El socialismo asturiano ha expresado su firme respaldo al Gobierno de Pedro Sánchez, rechazando la posibilidad de un adelanto electoral. Esta decisión se produce en un contexto marcado por un presunto caso de corrupción que ha salpicado a la cúpula del PSOE, pero los dirigentes socialistas consideran que la continuidad de las políticas transformadoras del Ejecutivo no debe verse comprometida por esta situación. Alcaldes y miembros de la ejecutiva socialista han manifestado su preocupación de que un adelanto electoral podría poner en riesgo las iniciativas progresistas que han caracterizado al Gobierno en los últimos años.
La postura del socialismo asturiano se ha articulado en torno a la idea de que la crisis interna del partido no debe interferir en la agenda política del Gobierno. Adrián Barbón, secretario general de la FSA, ha sido claro al afirmar que el partido debe afrontar sus problemas orgánicos sin que esto afecte la estabilidad del Ejecutivo. En este sentido, se ha enfatizado la importancia de mantener el apoyo de los socios de Gobierno para seguir adelante con las políticas que han permitido a España ser uno de los países europeos con mayor crecimiento y generación de empleo.
El alcalde de Corvera, Iván Fernández, ha sido uno de los dirigentes que ha defendido esta postura, diferenciando entre la parte orgánica del partido y la institucional en el Gobierno. Fernández ha subrayado que, a pesar de los problemas internos, el Gobierno tiene una agenda social que debe continuar. «Pedro Sánchez ya ha anunciado un comité federal para acometer profundos cambios en la dirección del partido. Pero el Gobierno es cuestión distinta», ha afirmado, insistiendo en que las políticas públicas deben seguir su curso.
Por su parte, José Luis Alperi, líder del Soma y miembro de la Comisión Ejecutiva Autonómica, ha coincidido en que la crisis de corrupción debe resolverse a nivel orgánico y judicial, pero que esto no debe afectar la continuidad del Gobierno. Alperi ha defendido que, mientras haya apoyo suficiente en la Cámara, es crucial mantener las políticas progresistas que han caracterizado al Ejecutivo.
La presidenta de la Federación Asturiana de Concejos (Facc), Cecilia Pérez, ha adoptado un tono más cauteloso, expresando su confianza en que el secretario general tomará la decisión más acertada. Pérez ha defendido el proyecto socialista, resaltando los logros alcanzados hasta la fecha y reafirmando su compromiso con la justicia social y los derechos de los ciudadanos.
El alcalde de San Martín del Rey Aurelio, José Ramón Martín Ardines, también ha mostrado su apoyo a la decisión de Sánchez, argumentando que un adelanto electoral podría paralizar la administración y poner en peligro proyectos en marcha. Martín Ardines ha calificado de vergonzoso el comportamiento de algunos políticos que se ven involucrados en casos de corrupción, enfatizando que esto no debe afectar la labor del Gobierno.
Desde Cudillero, el regidor Carlos Valle ha condenado la corrupción de manera rotunda, calificándola de bochornosa y ajena al proyecto socialista. Sin embargo, ha señalado que la actividad del Gobierno debe continuar, dado que se encuentra en un proceso de transformación del país y brindando apoyo al municipalismo.
Óscar Pérez, alcalde de Valdés, ha manifestado que el Ejecutivo debería considerar un adelanto electoral solo si pierde la confianza de la Cámara, lo cual, según él, no es el caso actual. Pérez ha enfatizado la necesidad de buscar un marco que permita aprobar los presupuestos generales del Estado para 2026 y reestructurar el partido para atraer nuevos perfiles que puedan reconstruir lo que se ha perdido en los últimos años.
Por otro lado, el alcalde de Siero, Ángel García ‘Cepi’, ha expresado su preocupación por el clima de confrontación política que se vive a nivel nacional. García ha calificado de inaceptables los hechos de corrupción que han salido a la luz y ha manifestado sus dudas sobre la capacidad de Sánchez para completar la legislatura. En caso de que se convoquen elecciones anticipadas, ha sugerido que estas deberían realizarse antes de las municipales de 2027.
La situación actual del PSOE en Asturias refleja un momento crítico para el partido, donde la presión por la corrupción y la necesidad de mantener la estabilidad del Gobierno se entrelazan. A medida que los dirigentes socialistas defienden la continuidad de las políticas progresistas, la incertidumbre sobre el futuro del partido y del Gobierno persiste, dejando abierta la posibilidad de cambios significativos en el panorama político español.