Madrugar no es, precisamente, el plan favorito de la mayoría. Sin embargo, asomarse a ciertos paisajes cuando empieza a despuntar el día puede ser una experiencia transformadora. España, con su diversidad de paisajes, ofrece un sinfín de rincones donde ver salir el sol se convierte en un espectáculo inolvidable. Desde costas escarpadas hasta montañas volcánicas, aquí te presentamos diez lugares donde el amanecer se disfruta con una belleza especial.
### Mirador del Río en Lanzarote
En el norte de Lanzarote, el Mirador del Río se asoma sobre un acantilado con vistas al Archipiélago Chinijo. Este lugar, diseñado por César Manrique, ofrece una panorámica impresionante. Al amanecer, los tonos cálidos del sol contrastan con el paisaje volcánico, creando una atmósfera mágica. A primera hora, el silencio y la tranquilidad son palpables, lo que permite disfrutar del espectáculo natural sin distracciones. Es recomendable llevar abrigo, ya que el viento puede ser fuerte incluso en verano.
### Pico de las Nieves en Gran Canaria
El Pico de las Nieves, el punto más alto de Gran Canaria, es un lugar privilegiado para recibir los primeros rayos del sol. Desde aquí, se puede observar el Roque Nublo y, en días despejados, la silueta del Teide. La carretera de acceso es cómoda, aunque con curvas, y el frío de la madrugada se ve recompensado por la vista espectacular de los barrancos y montañas iluminándose con la luz del día. Este es un destino ideal para los amantes de la fotografía, que encontrarán aquí un sinfín de oportunidades para capturar la belleza de la isla.
### Monasterio de Montserrat en Barcelona
Montserrat es un lugar que impone incluso antes de llegar, con sus agujas rocosas sobresaliendo en el horizonte. Subir temprano hasta el monasterio tiene el beneficio de evitar las multitudes y disfrutar de cómo la luz empieza a teñir el paisaje. Desde las terrazas del monasterio, se abren vistas amplias sobre buena parte de Catalunya. La atmósfera es tranquila a esas horas, con el sonido de las campanas rompiendo el silencio. Después del amanecer, se puede aprovechar para visitar el monasterio o explorar las rutas de senderismo de las montañas.
### Faro de Favàritx en Menorca
El faro de Favàritx, situado en la costa noreste de Menorca, está rodeado de un paisaje singular, con rocas de pizarra negra y escasa vegetación. Este es uno de los lugares de España donde la luz llega más temprano cada mañana. A primera hora, el faro, con su blanco y franjas negras, se convierte en un punto fotogénico. La tranquilidad del lugar, junto con el sonido de las olas rompiendo, crea una experiencia única. Es recomendable llevar calzado adecuado, ya que el terreno es irregular.
### La Albufera en Valencia
A pocos kilómetros de Valencia, La Albufera es un lugar donde el agua y el cielo parecen fundirse. Al amanecer, el sol se refleja en la laguna, creando un hermoso juego de luces. Las pasarelas de madera son un lugar habitual para disfrutar de este espectáculo. Muchos visitantes aprovechan la ocasión para dar un paseo en barca y escuchar el canto de las aves. Después del amanecer, es una buena idea acercarse al Palmar para disfrutar de un delicioso almuerzo valenciano.
### El Teide en Tenerife
Subir al Teide de noche para ver el amanecer es una actividad que muchos turistas incluyen en su lista de cosas por hacer en Tenerife. Con sus 3,715 metros, es el punto más alto de España y las vistas desde la cima son incomparables. En días despejados, se pueden ver incluso las islas vecinas. Aunque el teleférico no abre hasta las 9:00 h, hay varios miradores accesibles en coche. Es esencial llevar ropa de abrigo, ya que las temperaturas pueden ser frías incluso en verano. Tras el amanecer, se puede recorrer los senderos del parque y disfrutar del paisaje volcánico.
### Celorio en Asturias
Celorio es un pequeño pueblo de la costa de Llanes, en Asturias, rodeado de playas de arena blanca. Al amanecer, la luz va iluminando las rocas y los islotes que salpican el mar. No es necesario ir a un mirador específico; simplemente bajar a cualquiera de sus playas y esperar a que el sol empiece a asomar es suficiente. La tranquilidad de la mañana, con el suave sonido del mar, hace de este lugar un sitio ideal para disfrutar del amanecer. Posteriormente, se puede caminar por el litoral o acercarse al pueblo a tomar un café.
### Parque Nacional de Monfragüe en Cáceres
Monfragüe es conocido por su naturaleza salvaje y es un paraíso para los amantes de la ornitología. El amanecer en este Parque Nacional tiene un encanto especial, ya que es cuando las aves comienzan a hacer notar su presencia. Uno de los mejores puntos para observar el amanecer es el Castillo de Monfragüe, al que se llega tras una corta pero empinada subida. Desde lo alto, se pueden ver las dehesas y el Tajo serpenteando entre montañas. Después de disfrutar del amanecer, se pueden recorrer las rutas de senderismo que atraviesan encinares y zonas rocosas.
### Barrancas de Burujón en Toledo
A unos 30 kilómetros de Toledo, las Barrancas de Burujón son un espectáculo natural que sorprende a quienes no las conocen. Estas paredes rojizas de arcilla y arena se alzan sobre las aguas del embalse de Castrejón. El mejor momento para verlas es al amanecer, cuando la luz suave resalta las texturas y los tonos cálidos del terreno. El lugar cuenta con senderos y miradores accesibles, lo que permite disfrutar del paisaje con calma. Después de la visita, se puede completar el día paseando por Toledo.
### Cabo de Gata – Arrecife de las Sirenas en Almería
El Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar es uno de los paisajes más singulares del Mediterráneo. Uno de sus rincones más fotogénicos es el Arrecife de las Sirenas, donde formaciones rocosas emergen del mar. Al amanecer, la luz va pintando el horizonte, y el agua adquiere tonos cálidos que contrastan con las rocas volcánicas. Aunque la carretera hasta el faro es estrecha, es fácil de transitar. A primera hora, se puede disfrutar del paisaje en relativa soledad, lo que permite una experiencia más íntima con la naturaleza. Es recomendable llevar algo para desayunar, ya que no hay servicios cerca, y apetece quedarse un rato más disfrutando del entorno.
