La inmigración ilegal ha sido un tema candente en Europa durante las últimas décadas, y aunque las cifras han mostrado un descenso en los últimos años, la percepción de este fenómeno como un problema grave persiste. En España, por ejemplo, más de 22,000 personas han llegado a sus fronteras sin la documentación adecuada hasta mediados de agosto de 2025. Esta situación ha generado un gran debate sobre la capacidad de los países europeos para gestionar la acogida e integración de los inmigrantes, así como sobre la creciente influencia de la extrema derecha en el discurso público.
La preocupación por la inmigración se ha convertido en uno de los temas más relevantes en la agenda política de muchos países europeos. Según un barómetro del CIS, la inmigración es la segunda mayor preocupación para los españoles, solo superada por la vivienda y la corrupción. Este fenómeno ha puesto a prueba las capacidades de acogida de España y de la Unión Europea, que se encuentran desbordadas y obsoletas en su gestión.
Uno de los aspectos más críticos de esta crisis es la situación de los menores no acompañados que llegan a las costas españolas. Muchos de estos jóvenes se encuentran hacinados en centros de acogida en Canarias, Ceuta y Melilla, y la dificultad para su distribución entre las diferentes comunidades autónomas ha llevado a un estancamiento en su atención. La falta de recursos y la burocracia han complicado aún más la situación, generando tensiones y disturbios en varias localidades.
### La Influencia de la Extrema Derecha
El auge de la extrema derecha en Europa ha sido alimentado por el sentimiento antiinmigración que ha crecido en respuesta a la crisis migratoria. Este fenómeno no es nuevo, ya que figuras como Jean-Marie Le Pen han estado presentes en la política francesa desde hace años, promoviendo un discurso xenófobo. Sin embargo, lo que ha cambiado es que todos los partidos políticos han tenido que abordar la cuestión de la inmigración en sus agendas, ya que se ha convertido en una realidad ineludible en la sociedad europea.
La profesora Carmen Egea, experta en Relaciones Internacionales, señala que la extrema derecha ha logrado captar la atención de un electorado que se siente amenazado por la llegada de inmigrantes. Esto ha llevado a partidos de centro y de derecha a endurecer sus posiciones sobre la inmigración para evitar perder votos a manos de opciones más radicales. Sin embargo, Egea también destaca que existen contrapesos a estos discursos xenófobos, como la necesidad de mano de obra en sectores como la construcción y la hostelería, que dependen de la inmigración para cubrir vacantes.
La situación se complica aún más con la llegada del Pacto de Migración y Asilo, que se espera entre en vigor en junio de 2026. Este acuerdo, que busca establecer un marco común para la gestión de la inmigración en la UE, ha sido criticado por muchos estados miembros, que consideran que no aborda adecuadamente las necesidades de integración y prestación de servicios. A pesar de que se prevé un refuerzo de los controles fronterizos y un reparto equitativo de la carga migratoria, Bruselas seguirá sin competencias en áreas clave como la integración y la seguridad.
### La Necesidad de una Gestión Integral
La falta de una estrategia integral para abordar la inmigración ha llevado a una serie de problemas que se manifiestan en disturbios y tensiones sociales. Recientemente, se han reportado incidentes racistas en varias localidades, como el ataque a un jubilado en Torre Pacheco por parte de un ciudadano marroquí, así como agresiones a menores en centros de acogida en Madrid. Estos episodios reflejan la creciente polarización en la sociedad y la insuficiencia de recursos para gestionar adecuadamente la situación de los inmigrantes.
Carmen Egea aboga por una gestión integral que involucre a todas las administraciones y que deje de lado las luchas partidistas. La actual fragmentación en la gestión de la inmigración, especialmente en el caso de los menores no acompañados, ha llevado a un estancamiento que agrava la crisis. La falta de coordinación entre comunidades autónomas y la burocracia han impedido que se tomen decisiones efectivas para mejorar las condiciones de vida de estos jóvenes.
La situación de los inmigrantes en Europa es un reflejo de la complejidad del fenómeno migratorio y de la necesidad de un enfoque más humano y coordinado. A medida que la población europea envejece, la necesidad de mano de obra joven se vuelve más apremiante, lo que plantea la pregunta de cómo se puede equilibrar la necesidad de inmigración con la seguridad y la cohesión social.
La inmigración ilegal, aunque ha disminuido en términos de cifras, sigue siendo un tema que genera preocupación y debate en Europa. La falta de recursos, la burocracia y el auge de la extrema derecha son solo algunos de los factores que complican la situación. Es fundamental que los gobiernos europeos trabajen juntos para encontrar soluciones efectivas que no solo aborden la llegada de inmigrantes, sino que también promuevan su integración en la sociedad. Solo así se podrá evitar que el discurso xenófobo continúe ganando terreno y que la situación se convierta en un problema aún más grave en el futuro.