El semanario británico ‘The Economist’ ha lanzado una dura crítica hacia el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, pidiendo su dimisión en un artículo que resalta los escándalos que han afectado a su partido y la parálisis legislativa que ha caracterizado su mandato. La publicación sostiene que Sánchez ha debilitado los controles democráticos en España y critica la falta de una dirección clara en su gobierno, que se ha visto obligado a depender de un variado grupo de aliados, incluyendo partidos nacionalistas.
En su análisis, ‘The Economist’ argumenta que la situación actual del país requiere un cambio en la dirección política, sugiriendo que la única forma de restaurar la confianza en la democracia española es a través de la dimisión del presidente. Aunque reconoce que la economía española ha crecido a un ritmo superior al de la zona euro desde 2022, el artículo aclara que este crecimiento se debe más a las reformas implementadas por el ex presidente Mariano Rajoy que a las acciones de Sánchez.
La crítica se intensifica al señalar que el presidente salió debilitado de las elecciones anticipadas que él mismo convocó. A pesar de haber conseguido mantenerse en el poder gracias al apoyo de partidos de izquierda y nacionalistas catalanes y vascos, la publicación advierte que esta situación lo deja vulnerable a chantajes políticos, lo que podría comprometer aún más su capacidad de gobernar.
Desde el Partido Popular (PP), se han hecho eco de las críticas de ‘The Economist’, reclamando que Sánchez debe dar un paso al lado y devolver al país a la normalidad política. Los líderes del PP han enfatizado que el actual gobierno y el PSOE representan la corrupción en España, citando casos de miembros del partido que enfrentan problemas legales. Jaime de los Santos, vicesecretario de Educación e Igualdad del PP, ha señalado que la situación actual del gobierno es insostenible y que los aplausos que recibe de su partido no son más que un flaco favor para él y para el país.
Además, se ha criticado la falta de iniciativas legislativas por parte del Ejecutivo, lo que ha llevado a acusaciones de que el gobierno se está burlando de la soberanía nacional. En este contexto, los miembros del PP han instado a Sánchez a reflexionar sobre su papel como líder del país y sobre el impacto que sus decisiones han tenido en la democracia española.
La situación política en España se complica aún más con la inminente convocatoria de huelgas por parte de los sindicatos UGT y CGT en el sector de ‘handling’ de Ryanair en Madrid, programadas para comenzar el 15 de agosto. Este anuncio se suma a la creciente tensión en el ámbito laboral y económico, lo que podría representar un desafío adicional para el gobierno de Sánchez.
En el ámbito internacional, la OPEP+ se reunirá este domingo para decidir si continuará aumentando su oferta de crudo en septiembre, un tema que también podría influir en la economía española, dada su dependencia de los precios del petróleo y su impacto en la inflación.
La situación actual plantea interrogantes sobre el futuro político de Pedro Sánchez y su capacidad para mantener el apoyo de sus aliados, así como su habilidad para enfrentar las críticas tanto a nivel nacional como internacional. A medida que se desarrollan estos acontecimientos, la atención se centrará en cómo responderá el presidente a las demandas de cambio y a las crecientes presiones de la oposición.