La situación en Gaza se ha vuelto cada vez más crítica debido al bloqueo que impide la llegada de alimentos y suministros esenciales. Desde el 2 de marzo, cuando se cerraron las fronteras a los camiones de ayuda humanitaria, se han reportado 57 muertes de menores, según el Ministerio de Sanidad de Gaza, controlado por Hamás. Este alarmante dato ha sido confirmado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), que advierte que el número real de víctimas podría ser aún mayor. La OMS estima que, si la situación no mejora, 71.000 niños menores de cinco años podrían sufrir desnutrición en los próximos 11 meses.
La hambruna se ha generalizado entre los 2,1 millones de habitantes de la Franja de Gaza. La OMS ha señalado que medio millón de personas se encuentran en una «situación catastrófica de hambre, desnutrición aguda, hambruna, enfermedad y muerte». La falta de alimentos es crítica, y al menos 112 cocinas comunitarias han cerrado debido a la escasez de productos y combustible. La distribución de alimentos se ha reducido en dos tercios, lo que ha llevado a una insuficiencia en la cantidad de alimentos disponibles para satisfacer las necesidades calóricas diarias de la población.
La Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) ha destacado que la escasez de alimentos no solo afecta a los niños, sino que también impacta a los adultos, quienes enfrentan una dieta deficiente en diversidad y cantidad. La situación se agrava aún más por los altos precios de los pocos alimentos que quedan disponibles. Por ejemplo, una bolsa de 25 kilos de harina ha alcanzado un precio exorbitante de 370 euros, lo que resulta inalcanzable para la mayoría de la población.
La producción de alimentos en Gaza ha sido severamente afectada, ya que la mayoría de los cultivos se han perdido y las tropas israelíes ocupan amplias zonas de la Franja. En un contexto de violencia continua, los ataques del ejército israelí han causado la muerte de 136 personas en un corto periodo, elevando el total de víctimas a 53.475 desde el 7 de octubre de 2023. Este día marcó el inicio de una serie de ataques por parte de Hamás que resultaron en la muerte de 1.200 personas en Israel y el secuestro de 251, de las cuales 58 siguen cautivas.
La comunidad internacional ha expresado su preocupación por la situación humanitaria en Gaza, pero las soluciones parecen lejanas. La falta de acceso a alimentos y atención médica está llevando a una crisis de salud pública sin precedentes, especialmente entre los más vulnerables: los niños. La OMS y otras organizaciones humanitarias han hecho un llamado urgente para que se permita la entrada de ayuda humanitaria y se levante el bloqueo, pero hasta ahora, las condiciones no han mejorado.
El sufrimiento de la población de Gaza es un recordatorio de la necesidad de una solución duradera al conflicto en la región. La comunidad internacional debe actuar con rapidez para abordar esta crisis humanitaria, que no solo afecta a los adultos, sino que está condenando a una generación de niños a vivir en condiciones de hambre y desnutrición. La situación actual es insostenible y requiere una respuesta inmediata y efectiva para evitar que más vidas se pierdan en esta tragedia humanitaria.