La situación en Gaza se ha vuelto insostenible tras más de un año y medio de conflicto, con más de sesenta días de ayuda humanitaria bloqueada por Israel. Hamás, el movimiento islamista que controla la Franja, ha declarado que no tiene sentido entablar negociaciones para un nuevo alto el fuego mientras continúen lo que ellos denominan la «guerra del hambre» y la «guerra de exterminio». Basem Naim, un alto funcionario de Hamás, ha enfatizado que no se sentarán a la mesa de diálogo sin un gesto de buena voluntad por parte de Israel.
Desde el 2 de marzo, Israel ha prohibido la entrada de cualquier tipo de ayuda a Gaza, lo que ha exacerbado la crisis humanitaria en la región. Las restricciones han limitado severamente el acceso a alimentos y medicamentos, dejando a la población en una situación crítica. Esta crisis se ha intensificado desde que el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, rompió unilateralmente un alto el fuego que había permitido el intercambio de rehenes y prisioneros desde principios de año.
El reciente anuncio del Gobierno israelí sobre un plan para la «conquista» de Gaza ha generado aún más preocupación. Este plan implica la ocupación militar de la Franja y el desplazamiento de sus habitantes hacia el sur. La comunidad internacional ha criticado esta decisión, y se teme que la situación empeore aún más en los próximos días. Se espera que la operación comience tras la visita del presidente de EE. UU., Donald Trump, a varios países del Medio Oriente, lo que añade una capa de complejidad a la ya tensa situación.
Desde el inicio de la guerra en octubre de 2023, tras los ataques de Hamás en territorio israelí, miles de gazatíes han sido forzados a desplazarse varias veces para escapar de los bombardeos. La falta de un acuerdo de paz y la continua escalada del conflicto han dejado a la población civil atrapada en un ciclo de violencia y desesperación.
Hamás ha hecho un llamado a la comunidad internacional para que actúe y ponga fin a lo que consideran crímenes de guerra, incluyendo el hambre y la sed que sufren los habitantes de Gaza. La organización ha instado a que se tomen medidas concretas para aliviar la crisis humanitaria y proteger a la población civil.
La situación en Gaza es un reflejo de un conflicto más amplio que ha durado décadas, donde las tensiones entre israelíes y palestinos han llevado a una serie de enfrentamientos violentos. La falta de un diálogo efectivo y la continua desconfianza entre las partes han dificultado cualquier intento de alcanzar una paz duradera.
Mientras tanto, la comunidad internacional observa con preocupación el deterioro de la situación en Gaza. Las organizaciones humanitarias han advertido sobre el riesgo de una catástrofe humanitaria si no se permite el acceso a la ayuda. Sin embargo, las acciones de Israel y la postura de Hamás complican aún más cualquier intento de mediación.
En este contexto, la posibilidad de una nueva tregua parece lejana. La negativa de Hamás a dialogar sin condiciones previas y la postura firme de Israel en cuanto a su control sobre la Franja dificultan cualquier avance hacia la paz. La comunidad internacional se enfrenta al desafío de encontrar una solución que aborde las necesidades humanitarias urgentes de la población de Gaza, al tiempo que se busca una resolución al conflicto que ha perdurado por tanto tiempo.