El Instituto Nacional de Estadística (INE) ha confirmado que el Producto Interior Bruto (PIB) de España creció un 3,2% en 2024, lo que representa un aumento de medio punto en comparación con el 2,7% registrado en 2023. Este crecimiento se atribuye principalmente al impulso del consumo interno y la inversión, que han compensado una demanda externa más débil. Con este incremento, la economía española ha logrado encadenar cuatro años consecutivos de crecimiento, consolidándose como líder en la zona euro, con un aumento del PIB 3,5 veces superior al promedio de la eurozona.
En el cuarto trimestre de 2024, el crecimiento interanual del PIB fue del 3,4%, una décima menos de lo anticipado a finales de enero, pero una décima más que el dato del tercer trimestre, que fue revisado a la baja hasta el 3,3%. Este crecimiento se ha visto impulsado exclusivamente por la demanda nacional, que aportó 3,6 puntos al incremento del PIB, mientras que la demanda externa tuvo una contribución negativa de dos décimas.
El patrón de crecimiento se ha mantenido, con una aportación de la demanda nacional (que incluye consumo e inversión) de 2,8 puntos porcentuales, lo que representa 1,1 puntos más que en el año anterior. Por otro lado, la demanda externa (exportaciones e importaciones) contribuyó con 0,3 puntos, siete décimas menos que en 2023. El valor a precios corrientes del PIB para 2024 se situó en 1.591.627 millones de euros, un 6,2% superior al de 2023.
En cuanto al avance trimestral del PIB entre octubre y diciembre de 2024, este se mantuvo en un 0,8%. La demanda nacional aportó 1,2 puntos, mientras que el sector exterior tuvo una contribución negativa de cuatro décimas. El crecimiento en el último trimestre del año se atribuye al aumento del consumo de los hogares, que creció un 1%, y a la inversión empresarial, que se incrementó en un 2,9%, destacando especialmente la inversión en maquinaria y bienes de equipo, que se disparó un 7,6%.
La inversión ha mostrado un notable crecimiento al final del año, con un aumento interanual del 4,5%. En el cuarto trimestre, el consumo de los hogares aumentó un 1%, aunque esto fue dos décimas menos que en trimestres anteriores, y el gasto público moderó su crecimiento a un 0,3%. En contraste, la inversión se aceleró, incrementándose un 3,5% entre octubre y diciembre, en comparación con la caída del 1,3% experimentada en el trimestre previo.
El mercado laboral también ha mostrado signos de dinamismo, con la creación de casi 500.000 puestos de trabajo en el último año. Los asalariados han continuado recuperando capacidad adquisitiva, con un crecimiento de la remuneración por asalariado de aproximadamente el 5% interanual en los últimos trimestres. En este contexto de creación de empleo y aumento del número de horas trabajadas, que incrementaron un 2,8% en tasa interanual, se ha mantenido la mejora interanual de la productividad por hora, que creció un 0,6%.
Los datos recientes subrayan que España mantiene un crecimiento equilibrado, sostenible y robusto, capaz de seguir generando empleo de calidad y mejorando el poder adquisitivo de las familias. Esto es especialmente relevante en un contexto de incertidumbre internacional, donde la economía española se destaca por su resiliencia y capacidad de adaptación a los cambios del entorno global.