Ángel Gavilán, quien ha ocupado el cargo de director general de Economía y Estadística del Banco de España (BdE), ha anunciado su dimisión, efectiva a partir del 12 de junio. Esta decisión se produce en un contexto de críticas hacia su gestión y tras la presentación del informe anual de la entidad, correspondiente al año 2024. La salida de Gavilán ha sido confirmada por el gobernador del BdE, José Luis Escrivá, quien ha indicado que la decisión fue personal y que Gavilán busca nuevos retos tras seis años en puestos de alta responsabilidad.
La dimisión de Gavilán se hizo pública un día después de que se presentara el informe anual, el cual fue recibido con escepticismo por parte del Consejo de Gobierno del Banco. Según fuentes internas, el borrador inicial del informe fue considerado demasiado continuista y no abordó adecuadamente los problemas de competencia y la incertidumbre global. Esto llevó a que el Consejo solicitara una revisión exhaustiva del documento, que finalmente fue reelaborado para incluir un análisis más profundo de la situación geopolítica actual y su impacto en la economía española.
En el VI Foro Internacional, Escrivá explicó que Gavilán había comunicado su intención de dimitir hace un mes y medio, y que ambos acordaron que el anuncio se realizaría tras la presentación del informe anual. Escrivá destacó que Gavilán es una figura muy apreciada dentro del Banco y que su salida fue emotiva, dado el respeto que se le tiene por su trabajo y dedicación.
Con la dimisión de Gavilán, el Banco de España ha activado un proceso para seleccionar a su sucesor. Para ello, se ha formado un panel internacional compuesto por expertos de renombre, incluyendo a Andreu Mas-Colell, exconsejero catalán, Alejandro Werner, exdirector del departamento del Hemisferio Occidental del Fondo Monetario Internacional (FMI), y Andrew Haldane, antiguo economista jefe del Banco de Inglaterra. Este comité tiene la tarea de evaluar a los candidatos para el puesto, que es considerado clave dentro de la estructura del BdE.
Los requisitos para los aspirantes son rigurosos, exigiendo un mínimo de veinte años de experiencia en funciones relacionadas con el análisis económico, monetario o de políticas económicas. Se valorará especialmente la experiencia en bancos centrales, ya sea en el Banco de España, el Banco Central Europeo (BCE) o en otras instituciones de similar relevancia. La rapidez con la que se ha activado este proceso refleja la importancia de la dirección general de Economía y Estadística en el funcionamiento del Banco de España, especialmente en un momento en que la economía global enfrenta desafíos significativos.
La salida de Gavilán y la búsqueda de su sucesor se producen en un contexto de creciente incertidumbre económica, donde los efectos de la administración Trump, las guerras en curso y la compleja situación geopolítica son temas de preocupación para los economistas y responsables de políticas. La capacidad del nuevo director general para abordar estos desafíos será crucial para el futuro del Banco de España y su papel en la supervisión económica del país.
En resumen, la dimisión de Ángel Gavilán marca un cambio significativo en la dirección del Banco de España, y la elección de su sucesor será un proceso que atraerá la atención de economistas y analistas, dado el impacto que tendrá en la política económica del país en los próximos años.