La OTAN ha señalado recientemente que España es el país miembro que menos invierte en defensa en relación a su PIB, con un gasto del 1,24% en 2024. Esta cifra contrasta con el objetivo del 2% que la Alianza ha establecido como estándar para sus miembros. El informe anual de la OTAN ha revelado que el gasto militar de España alcanzó los 19.723 millones de euros en 2024, un aumento respecto a los 17.451 millones de 2023, pero aún insuficiente para cumplir con las expectativas de la organización.
El Gobierno español, liderado por Pedro Sánchez, había presentado un plan de rearme que incluía una inversión de 10.500 millones de euros para alcanzar el compromiso del 2% del PIB en defensa. Sin embargo, la OTAN ha corregido esta cifra, indicando que España necesitará invertir 3.000 millones de euros adicionales para cumplir con este objetivo. Esta situación plantea un nuevo obstáculo para el Gobierno, que ya se enfrenta a la presión de aumentar el gasto militar en un contexto de creciente tensión internacional.
El plan de rearme del Gobierno español incluye diversas iniciativas, como la mejora de las capacidades de defensa digital, la adquisición de helicópteros de rescate y un aumento salarial para los militares. Sin embargo, la corrección de la OTAN ha dejado en entredicho la viabilidad de este plan, que se basa en estimaciones que ahora parecen optimistas.
El secretario general de la OTAN, Mark Rutte, ha instado a los países miembros a acelerar sus esfuerzos en el rearme, enfatizando que la seguridad colectiva depende de la capacidad de cada nación para contribuir adecuadamente. En este sentido, Rutte ha señalado que España, junto con otros ocho países miembros, aún se encuentra por debajo del umbral del 2% de gasto sobre el PIB, lo que podría tener repercusiones en la seguridad regional y en la percepción de la Alianza.
El informe de la OTAN también destaca que, a pesar del aumento general en el gasto militar de los aliados, que alcanzó un incremento del 19,4% hasta los 486.000 millones de dólares en 2024, la situación de España es preocupante. La falta de inversión adecuada en defensa podría limitar la capacidad del país para participar en operaciones conjuntas y cumplir con sus compromisos internacionales.
El Gobierno español ha defendido su plan de defensa, argumentando que las cifras publicadas por la OTAN son estimaciones que no reflejan la realidad actual. Fuentes del Ministerio de Defensa han afirmado que España alcanzará el 2% de gasto en defensa en 2025, tal como se establece en el plan de Seguridad y Defensa presentado recientemente. Sin embargo, la presión internacional y las expectativas de la OTAN podrían obligar a España a revisar sus prioridades presupuestarias y a buscar nuevas fuentes de financiación para cumplir con sus compromisos.
La situación se complica aún más por el contexto geopolítico actual, donde las tensiones en Europa del Este y la creciente amenaza de conflictos armados han llevado a muchos países a reconsiderar sus políticas de defensa. La OTAN ha advertido que, en la próxima cumbre de junio, se podrían plantear nuevas exigencias de gasto militar, lo que podría elevar el umbral del 2% al 3,5% o incluso al 5%, como ha sugerido el expresidente estadounidense Donald Trump.
En este escenario, el Gobierno español se enfrenta a un desafío significativo para equilibrar sus compromisos de defensa con otras prioridades económicas y sociales. La necesidad de aumentar el gasto militar podría generar tensiones en el ámbito político interno, donde la oposición y algunos sectores de la sociedad podrían cuestionar la viabilidad de destinar recursos significativos a la defensa en lugar de a áreas como la educación, la sanidad o el bienestar social.
El futuro del gasto militar en España dependerá de la capacidad del Gobierno para gestionar estas presiones y de su habilidad para comunicar la importancia de una defensa robusta en un mundo cada vez más incierto. La respuesta a las exigencias de la OTAN y la implementación efectiva del plan de rearme serán cruciales para la posición de España en el contexto de la Alianza Atlántica y su papel en la seguridad europea.