La controversia en torno a la participación de Israel en Eurovisión ha cobrado fuerza en los últimos días, especialmente con la reciente inclusión de Blanca Paloma, la representante española en Eurovisión 2023, en una carta abierta que exige la descalificación de Israel del festival. Esta carta, que ya cuenta con el respaldo de 79 artistas, compositores y creativos con experiencia en el certamen, denuncia la complicidad de la televisión israelí KAN en lo que consideran un genocidio contra el pueblo palestino.
### La Carta Abierta y sus Firmantes
La carta abierta, que ha sido firmada por artistas de renombre como Salvador Sobral de Portugal y Charlie McGettigan de Irlanda, se dirige a la Unión Europea de Radiodifusión (UER) y critica la doble moral que, según ellos, se aplica en el caso de Israel. En el documento, los firmantes argumentan que el festival no debe ser utilizado como una plataforma para encubrir crímenes contra la humanidad. La carta menciona que la UER ya ha tomado medidas en el pasado, como la expulsión de Rusia en 2022, y exige que se aplique el mismo criterio en este caso.
Blanca Paloma, quien se destacó en el certamen de Liverpool con su actuación de «EaEa», se convierte en la primera representante española en unirse a esta causa. Su firma se suma a la de otros artistas que han expresado su preocupación por la situación en Gaza y la implicación de la televisión israelí en la misma. La carta subraya que la UER debe actuar para evitar que el festival se convierta en un escaparate de complicidad con el genocidio.
### Eurovisión 2025: Protestas y Mensajes de Solidaridad
El inicio de Eurovisión 2025 ha estado marcado por protestas y mensajes de apoyo a Palestina. Durante la ceremonia de apertura, se observaron numerosas banderas palestinas, y la televisión pública belga emitió un mensaje contundente que decía: «Israel tiene voto en el concurso de canciones, el pueblo palestino no. Les damos voz». Este acto de solidaridad se produce en un contexto donde la participación de Israel ha sido objeto de críticas y controversias.
La representante israelí, Yuval Raphael, ha enfrentado un ambiente tenso, con manifestantes que han expresado su descontento con la participación de su país en el festival. A pesar de las protestas, Raphael ha mantenido una actitud desafiante, lanzando besos al aire y ondeando su bandera durante la ceremonia. Sin embargo, el ambiente de Eurovisión 2025 se ha visto ensombrecido por la «ley del silencio» que rodea a Israel, donde los artistas participantes evitan hacer comentarios sobre la situación política.
La primera semifinal de Eurovisión 2025 también ha sido testigo de la eliminación sorpresiva del representante belga, Red Sebastian, quien era considerado uno de los favoritos. Este evento ha añadido más tensión a un festival que ya está marcado por la controversia. La segunda semifinal, programada para el 15 de mayo, promete ser un momento crucial, ya que se espera que el público reaccione a la actuación de Raphael, quien ha declarado que se está preparando para enfrentar posibles abucheos.
A medida que avanza el festival, la presión sobre la UER para que tome una decisión sobre la participación de Israel se intensifica. Los artistas firmantes de la carta abierta han dejado claro que no aceptarán la normalización de lo que consideran crímenes de guerra y han instado a la UER a actuar de inmediato. La situación en Gaza y la respuesta de la comunidad artística internacional han puesto a Eurovisión en el centro de un debate más amplio sobre la responsabilidad social y la ética en el entretenimiento.
La controversia en torno a la participación de Israel en Eurovisión no es nueva, pero la creciente presión de los artistas y la atención mediática han llevado el tema a un nuevo nivel. Con cada vez más voces unidas en esta causa, el futuro de la participación de Israel en el festival se convierte en un tema de discusión candente, que podría tener repercusiones significativas para la UER y para el festival en su conjunto.