El tercer trimestre de 2025 ha cerrado con cifras que reflejan tanto avances como desafíos en el mercado laboral español. Por un lado, se ha alcanzado un nuevo récord en la población ocupada, que se sitúa cerca de los 22,4 millones de personas. Por otro lado, la tasa de desempleo ha experimentado un aumento, alcanzando el 10,45%. Este artículo examina en profundidad los datos más recientes de la Encuesta de Población Activa (EPA) y sus implicaciones para la economía del país.
**Crecimiento de la Población Ocupada y Activa**
Los datos del tercer trimestre revelan que la población ocupada ha crecido en 118.400 personas, lo que representa un aumento significativo, aunque inferior al de años anteriores. Este crecimiento es un indicativo del dinamismo del mercado laboral, ya que la cifra total de ocupados ha superado los 22 millones, un hito que se había alcanzado previamente en el segundo trimestre del año. Este incremento en la ocupación es especialmente relevante en un contexto donde la creación de empleo ha mostrado signos de desaceleración en comparación con trimestres anteriores.
La analista María Jesús Fernández, de Funcas, ha señalado que aunque el resultado es positivo, se esperaba una moderación en el crecimiento del empleo. Este fenómeno puede atribuirse a varios factores, incluyendo la estacionalidad del mercado laboral, donde la primavera suele ser un periodo más favorable para la creación de empleo. Sin embargo, el aumento de la población activa, que ha crecido en 178.000 personas en este trimestre, ha contribuido a la presión sobre las cifras de desempleo.
La población activa ha superado por primera vez los 25 millones de personas, lo que refleja un aumento en la disposición de los ciudadanos para entrar al mercado laboral. Este crecimiento, aunque positivo en términos de participación, ha sido un factor que ha contribuido al aumento del desempleo, ya que la creación de empleo no ha sido suficiente para absorber a todos los nuevos participantes en el mercado.
**Desempleo y Desigualdades de Género**
A pesar del aumento en la ocupación, la tasa de desempleo ha subido hasta el 10,45%, lo que representa un incremento de 17 centésimas respecto al trimestre anterior. Este aumento se traduce en 60.100 desempleados más, lo que plantea interrogantes sobre la salud general del mercado laboral. Es importante destacar que, a pesar de que en el último año se ha registrado una disminución del desempleo en 140.900 personas, el aumento en este trimestre sugiere que el camino hacia la reducción del paro al 10% sigue siendo complicado.
Un aspecto preocupante de estos datos es la disparidad de género en el desempleo. Mientras que el número de hombres desempleados ha disminuido, el número de mujeres en situación de desempleo ha aumentado en 82.700. Esta tendencia resalta la necesidad de políticas específicas que aborden las desigualdades de género en el mercado laboral. En el análisis de los últimos doce meses, se observa que el desempleo ha disminuido en mayor medida entre los hombres que entre las mujeres, lo que sugiere que las mujeres siguen enfrentando barreras significativas para acceder al empleo.
El sector privado ha sido el principal motor del crecimiento del empleo, con un incremento de 107.600 ocupados, en comparación con solo 10.800 en el sector público. Dentro de los sectores de actividad, la industria ha destacado con un aumento de 64.100 ocupados, seguida por los servicios con 39.100 y la construcción con 32.000. Sin embargo, la agricultura ha sufrido una pérdida de 17.400 ocupados, lo que indica que no todos los sectores están experimentando el mismo nivel de crecimiento.
En términos de desestacionalización, los datos también son alentadores, con un aumento de 88.700 trabajadores más en la ocupación. Sin embargo, el aumento del desempleo en este contexto plantea preguntas sobre la sostenibilidad del crecimiento del empleo y la capacidad del mercado laboral para adaptarse a las condiciones cambiantes de la economía.
**Perspectivas Futuras y Retos**
Mirando hacia el futuro, el mercado laboral español enfrenta varios retos. La creación de empleo debe mantenerse por encima de la tasa de crecimiento de la población activa para evitar un aumento continuo del desempleo. Además, la economía española debe encontrar formas de fomentar la inclusión y la igualdad de oportunidades, especialmente para las mujeres, que han sido desproporcionadamente afectadas por el desempleo.
El contexto económico global también jugará un papel crucial en la evolución del mercado laboral. Factores como la inflación, las políticas monetarias y las tensiones geopolíticas pueden influir en la capacidad de las empresas para contratar y mantener a sus empleados. Las políticas gubernamentales también serán determinantes en la creación de un entorno que favorezca el crecimiento del empleo y la reducción del desempleo.
En resumen, el tercer trimestre de 2025 ha traído consigo un panorama mixto para el mercado laboral español. Si bien se han alcanzado nuevos récords en la ocupación, el aumento del desempleo y las desigualdades de género presentan desafíos significativos que deben ser abordados para asegurar un futuro laboral más equitativo y sostenible.
