El politólogo Bertrand Badie, reconocido experto en relaciones internacionales, ofrece un análisis profundo sobre la reciente escalada del conflicto entre Israel e Irán. En una entrevista, Badie reflexiona sobre los objetivos de Israel, la situación interna de Irán y las posibles repercusiones de esta guerra en el contexto global.
La ofensiva israelí ha desatado un debate sobre sus verdaderos objetivos. Según Badie, aunque se habla de la intención de desmantelar las instalaciones nucleares iraníes, el mapa de los bombardeos sugiere que Israel busca debilitar la capacidad militar de Irán y su influencia en la región. Esto incluye ataques a infraestructuras económicas, como refinerías, lo que indica un deseo de consolidar su posición como potencia militar en Oriente Medio.
Badie también menciona la posibilidad de que Israel busque un cambio de régimen en Teherán, similar a las intervenciones de los neoconservadores estadounidenses en Irak y Libia. Sin embargo, advierte que tales intentos suelen fracasar y podrían llevar a una guerra civil en Irán, dado que no existe una oposición estructurada como en otros países.
La situación en Irán es tensa. Badie revela que muchos de sus allegados en el país están sorprendidos por la magnitud de la intervención militar y sienten miedo ante la falta de refugios y recursos. Este contexto de bombardeos genera un sentimiento de traición hacia el régimen, pero también hacia Israel y la comunidad internacional. A pesar de la rabia contra el régimen, el miedo a la guerra podría reforzar el nacionalismo y la cohesión social en torno al gobierno iraní, dificultando cualquier movimiento de oposición.
El politólogo plantea la pregunta sobre la duración del conflicto. A su juicio, es poco probable que la guerra se prolongue sin cambios significativos. Observa tres posibles escenarios: una solución negociada a través de la diplomacia, una intervención militar de Estados Unidos o el estallido de una guerra civil en Irán. La situación es compleja y cada una de estas opciones conlleva riesgos significativos.
En cuanto a la postura de Estados Unidos, Badie considera que la administración de Donald Trump se encuentra en una posición delicada. La ofensiva israelí del 13 de junio ha sido vista como una humillación para el presidente estadounidense, quien esperaba un acuerdo con Irán sobre su programa nuclear. Esto ha generado incertidumbre sobre cómo responderá Trump, ya que podría optar por una escalada militar o intentar recuperar la vía diplomática.
Badie también aborda la legalidad de la acción israelí, argumentando que no existe justificación legal para la guerra preventiva según el Derecho Internacional. A pesar de esto, muchos países occidentales han respaldado a Israel, lo que refleja una percepción de que el país es un baluarte contra el extremismo islámico. Sin embargo, esta justificación ha generado tensiones crecientes entre Occidente y el sur global, donde naciones como Brasil, Argelia y China han condenado la ofensiva israelí.
La situación actual en Oriente Medio es volátil y las decisiones que se tomen en los próximos días y semanas tendrán repercusiones significativas no solo para la región, sino también para las relaciones internacionales en su conjunto. La guerra entre Israel e Irán no solo es un conflicto militar, sino que también representa un punto de inflexión en la dinámica de poder en el mundo contemporáneo.