La reciente operación de la Guardia Civil en el Guadalquivir ha puesto de manifiesto la complejidad y la magnitud del narcotráfico en esta región. Con la detención de 17 personas, entre ellas Ginés, un conocido capo del narcotráfico, se ha desarticulado una de las organizaciones más importantes que operaban en el río. Esta operación, que se desarrolló en tres fases, ha revelado no solo la logística detrás del tráfico de cocaína, sino también la sofisticación de los métodos utilizados por los narcotraficantes.
### La Primera Fase: Detección y Seguimiento
La operación comenzó en diciembre de 2024, cuando la Guardia Civil detectó la presencia de dos narcolanchas en el Guadalquivir. Este avistamiento inicial llevó a un seguimiento exhaustivo de la zona, donde los agentes observaron cómo estas embarcaciones descargaban grandes cantidades de fardos en un punto específico. A partir de este momento, se inició una investigación que revelaría la existencia de una red bien organizada dedicada al tráfico de cocaína.
Los investigadores localizaron dos zulos subterráneos construidos con contenedores marítimos, donde la organización almacenaba sus alijos. Este descubrimiento fue crucial, ya que permitió a las autoridades incautar 7 toneladas de cocaína y armas de guerra, incluyendo un fusil AK-47. La magnitud de esta incautación marcó un hito en la lucha contra el narcotráfico en la región, evidenciando que se trataba de la mayor narcoguardería descubierta hasta la fecha.
La operación no solo se centró en la incautación de drogas, sino que también se realizaron arrestos. Tres personas fueron detenidas y posteriormente ingresaron en prisión provisional tras pasar a disposición judicial. Este primer golpe fue solo el comienzo de una serie de acciones que llevarían a la desarticulación total de la organización.
### La Segunda y Tercera Fase: Registros y Detenciones
La segunda fase de la operación se llevó a cabo en mayo de 2025, con una serie de registros en diferentes localidades de Andalucía. Durante esta etapa, los agentes lograron seguir el hilo de la investigación, lo que resultó en la detención de dos personas. Uno de ellos fue enviado a prisión provisional, mientras que el otro quedó en libertad a la espera de juicio.
Finalmente, el 13 de junio de 2025, se realizó la tercera y última fase de la operación. En esta ocasión, se llevaron a cabo 13 registros en localidades como Dos Hermanas, Coria del Río, y Sevilla capital. Fue en Málaga donde se detuvo a Ginés, junto con varios miembros de su familia, incluyendo a su hermano, quien también estaba involucrado en la organización. Durante estos registros, se encontraron 75,000 euros en efectivo, diversas armas de fuego, chalecos antibalas, drones, visores nocturnos y otros dispositivos de comunicación, lo que demuestra la preparación y el nivel de sofisticación de la red.
La organización no solo se dedicaba a introducir cocaína a través del Guadalquivir, sino que también tenía un sistema de operaciones bien estructurado. Cada miembro asumía responsabilidades específicas, desde la coordinación de contactos con proveedores internacionales hasta la supervisión de pagos a familiares de integrantes encarcelados. Esto revela la complejidad de las redes de narcotráfico y cómo operan en la clandestinidad, manteniendo una estructura que les permite continuar con sus actividades delictivas a pesar de las acciones de las fuerzas del orden.
La colaboración entre diferentes unidades de la Guardia Civil, como la Policía Judicial, el Centro Regional de Análisis e Inteligencia contra el Narcotráfico (CRAIN), y otros grupos especializados, fue fundamental para el éxito de esta operación. La participación de la Policía Local de Sevilla también fue crucial, lo que demuestra la importancia de la cooperación interinstitucional en la lucha contra el narcotráfico.
La caída de Ginés y su organización representa un golpe significativo al narcotráfico en el Guadalquivir, pero también pone de relieve la necesidad de seguir trabajando en la prevención y desarticulación de estas redes que operan en la sombra. La lucha contra el narcotráfico es un desafío constante que requiere de recursos, estrategia y, sobre todo, colaboración entre diferentes cuerpos de seguridad y la comunidad.
La operación ha dejado claro que la Guardia Civil está comprometida en su lucha contra el narcotráfico y que, a pesar de los desafíos, seguirán trabajando para desmantelar organizaciones que amenazan la seguridad y el bienestar de la sociedad.