Francia ha intensificado sus esfuerzos para que los países de la Unión Europea (UE) adopten medidas que refuercen el papel del euro como moneda de reserva mundial. Este impulso se enmarca en una estrategia más amplia que busca aumentar el atractivo de la moneda única en los mercados internacionales, especialmente en un contexto donde la política económica de Estados Unidos ha debilitado la posición del dólar.
Un borrador de declaración de la UE, al que ha tenido acceso un medio especializado, sugiere que las instituciones del bloque, incluido el Banco Central Europeo (BCE), deben «explorar acciones para reforzar el papel internacional del euro». Esta propuesta se discute en la antesala de una cumbre de líderes europeos programada para finales de junio.
La motivación detrás de esta iniciativa es la creciente incertidumbre en el ámbito comercial y económico, exacerbada por la administración del expresidente Donald Trump. Esta situación ha llevado a muchos inversores a buscar refugios seguros fuera de la deuda del Tesoro estadounidense, lo que podría abrir oportunidades para que el euro gane terreno en las transacciones internacionales.
Francia, junto con otros países con altos niveles de deuda como Italia y España, ha abogado por un mayor endeudamiento conjunto. La idea es que esto permitiría a los países miembros gastar más en áreas prioritarias, como la defensa, sin aumentar su carga fiscal nacional. Kristalina Georgieva, directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), destacó en una reciente reunión de ministros de Finanzas de la UE que el euro tiene una «gran oportunidad» para desempeñar un papel más significativo a nivel global.
Georgieva también mencionó que la búsqueda de activos seguros ha llevado a un aumento en la compra de oro, lo que refleja la escasez de activos seguros de calidad en el mercado. La presidenta del BCE, Christine Lagarde, se unió a este llamado, afirmando que este es un momento crucial para el euro, aunque subrayó la necesidad de reformas dentro del bloque para aprovechar esta oportunidad. Lagarde advirtió que, a pesar de una sólida posición fiscal agregada en la UE, la oferta de activos seguros de alta calidad está quedando rezagada en comparación con Estados Unidos.
Un funcionario de la UE comentó que la propuesta de aumentar el endeudamiento conjunto es un «movimiento clásico de Lagarde», quien ha estado promoviendo ideas francesas en este ámbito. Philip Lane, economista jefe del BCE, también ha señalado que el diseño actual de la eurozona ha creado una «escasez de activos seguros» y que una solución podría ser la emisión de nuevos bonos comunes para financiar proyectos europeos.
Sin embargo, la emisión de más deuda conjunta requiere la unanimidad de los Estados miembros, lo que representa un desafío significativo. Alemania y los Países Bajos, que tendrían que asumir una mayor parte de la deuda, se han mostrado firmemente en contra de un aumento del endeudamiento común. Un alto diplomático de la UE indicó que la Comisión Europea tendrá que considerar la oposición de Berlín, pero también reconoció que si la situación económica de algunos Estados miembros se deteriora, la presión para actuar podría aumentar.
La UE ya enfrenta dificultades para gestionar los casi 800.000 millones de euros de deuda común emitida durante la pandemia de COVID-19, destinada a financiar estímulos económicos. La Comisión Europea estima que se destinarán 30.000 millones de euros al año, lo que representa una quinta parte del presupuesto a partir de 2028, para el reembolso de esta deuda, a menos que se logre refinanciar.
Francia sostiene que la emisión de más deuda podría generar suficiente liquidez para atraer a los inversores. Un diplomático de la UE argumentó que si más Estados miembros mejoraran su calificación crediticia, no habría escasez de activos seguros denominados en euros. El presidente del Consejo Europeo, António Costa, ha incluido el papel del euro en la agenda de la próxima cumbre, destacando que una mayor integración del mercado único y normas comunitarias sobre ahorro e inversión podría reforzar la posición global del euro.
El papel del dólar ya estaba en declive antes de la llegada de Trump al poder. Según datos de un think tank, a finales de 2024, el dólar representaba el 58% de las reservas mundiales de divisas, una caída respecto al 65% de hace diez años. En contraste, el euro actualmente representa alrededor del 19% de las reservas de divisas, un nivel similar al de su creación en el año 2000.